-Harry... Harry... -murmuró Draco sacudiendo suavemente por un hombro al moreno que dormía a pierna suelta a su lado dándole la espalda.
-mmm... -respondió Harry entre sueños negándose a abrir los ojos.
-¡Harry! -exclamó molesto sacudiéndole ya con fuerza.
-¿¡Eh?!... ¿¡qué?!... ¿¡cómo?!... -saltó Harry desorientado, pero mirándolo con cara de susto- ¿¡qué pasa, te sientes mal, te duele algo?! -preguntó casi histérico al chico rubio que lo miraba con el ceño fruncido mientras descansaba su brazo sobre su abultado embarazo de ya casi ocho meses.
-No, no me duele nada... -respondió molesto- pero si estuviera pariendo en este mismo momento, tú ni en cuenta.
-Ya Draco, no te enojes... -dijo bostezando mientras se tallaba los ojos- he tenido mucho trabajo y he dormido muy poco.
-Y seguro yo tengo la culpa de eso ¿no? -respondió Draco cruzándose de brazos.
-Ya no hagas corajes... -dijo dándole un beso en la mejilla- mejor dime ¿para qué me despertaste?
-¡Ah, sí!... -exclamó cambiando de expresión al recordar- tengo un antojo.
-¿Un antojo? -repitió parpadeando como búho al tiempo que miraba el reloj que había en el buró.
-Si, -dijo Draco sonriendo- quiero una manzana con caramelo.
-¿Ahora?
-No, para cuando nuestro hijo se gradúe de Hogwarts... -respondió sarcástico- ¡pues claro que ahora!
-¡Pero Draco, son las tres de la madrugada!
-¿Y?
-¿Cómo que "y"?... ¿a estas horas donde voy a encontrar una manzana con caramelo?
-No tendríamos problemas si tuviéramos un elfo domestico que me atendiera en vez de vivir en el piso de la comadreja y la cerebrito.
-¿Cuántas veces hemos discutido eso? -exclamó Harry rodando los ojos- yo me voy mucho más tranquilo al trabajo si alguien de mi entera confianza y no un elfo, se queda cuidándote; además ya sabes que opina Hermione de los elfos.
-Si, si, lo que digas... -respondió Draco con fastidio- y bueno... ¿me traerás mi manzana o tendré que ir a buscarla yo mismo?
-Ya voy, ya voy... -exclamó levantándose y poniéndose una bata- ahora vuelvo...
Cinco minutos después, Harry salía de un callejón en el cual solía aparecerse en el mundo muggle, en el cual había insistido en vivir un tiempo.
Con la melena mas alborotada que de costumbre, los lentes de lado y vistiendo pantuflas y bata, entro a un mini súper de veinticuatro horas en el que busco por casi media hora las manzanas.
-¡Al fin! -exclamó triunfante al ver lo que buscaba.
Diez minutos después entró a la habitación en donde lo esperaba Draco viendo la televisión.
-¡Bravo!... -exclamó el rubio dando pequeños aplausos- ¡me muero de hambre!
-Toma. -Dijo Harry dándole lo que había comprado.
-¿Eh?... -exclamó frunciendo el ceño- ¿Qué es esto?
-Lo que me pediste. -Respondió Harry sentándose en la cama al tiempo que se quitaba la bata.
-¡Esto es ensalada de manzana! -dijo Draco alzando la voz.
-Querías manzana con algo dulce ¿no? -respondió Harry quitándose las pantuflas.
ESTÁS LEYENDO
MANZANAS CON CARAMELO
Fanfiction¿QUE TAN IRASCIBLE PUEDE SER CIERTO RUBIO CON LAS HORMONAS ENLOQUECIDAS?