Capítulo 2: Mutación...

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(Al día siguiente, en la casa de Shadow...)

Los primeros rayos del sol comenzaron a disipar las tinieblas que mantenían a los habitantes de Mobious en aquel perverso sueño que era el peor enemigo de Zack, dicho erizo se encontraba en el techo de su casa observando los rayos amarillentos.

El viento revolvía sus espinas mientras sus orbes azulados se volvían más claros por los rayos del sol.

— ¿De verdad yo te mate, mamá? —inquirió mientras le daba vueltas al revolver que se encontraba en sus manos.

Miro más arriba del sol, para encontrarse con una hermosa constelación de un Fénix volando; fruncio el ceño, aquella constelación no existía, pero no podía negar que era la más hermosa que había visto en toda su vida.

Suspiro y dirigió nuevamente su mirada triste y fría hacia al frente, tratando de recordar a su madre, pero, ¿de qué valía la pena si jamás ha la había visto ni la verá? ¡Qué ingenuo, y esforzando a su cerebro para que llegar a más allí de aquel día que el hospital se incendio!

(En la casa de Crystal...)

El tintineo de los cubiertos en los platos se repetía una y otra vez en la cocina mientras que ninguno se molestaba en levantar su mirada de su plato, pero Sonic se cansó.

— Deberíamos de ir al bosque —informó mientras dejaba caer sus cubiertos sobre el plato vacío.

— Ni lo sueños —se opuso Tails mientras meneaba nuevamente sus colas molesto—. Nada nos asegura que ese mounstro está muerto, y mucho menos si hay más de ellos en el bosque.

— Lo dicen como si hubieran estado allí —comentó Amy mientras llevaba un pedazo de huevo a su boca.

— No lo estuvimos... —confirmó Knuckles mientras se recostaba del espaldar—. Y, no pensamos entrar allí —rió, pero las miradas molestas y confundidas de clavaron en él—. No jodan... —espetó molesto mientras se inclinaba sobre la mesa—. ¿¡Vamos a ir!?

— Tenemos que saber que hay en el bosque —volvió a hablar Sonic—. Sea los he sea puede herir a otras personas, además, Vainilla dice que encontró veneno en el cuerpo de Anwar... ¿Qué no les llama la atención?

— ¿Crees que sería divertido estar las veinticuatro horas del día acostado en una cama? —espetó Knuckles con su semblante serio—. Cualquiera de nosotros puede terminar así por ir a donde no nos llamaron.

— ¿Deseas que toda una civilización sea infestada por un veneno en ligar de que fuera solamente uno?

— Por más egoísta que suene, si.

— Chicos, ya basta... —informó Crystal al verlos levantados de sus respectivas sillas, no obstante, ellos la ignoraron.

—Joder, Knux... —rió—. Tantas cosas que hemos pasado juntos como un grupo y, ¿sigues desconfiado de nosotros...? ¿Desconfias de que te vayamos a dejar solo en ese bosque?

— Sonic, estás malentendido las cosas —susurró.

— ¡Entonces, explicamelo! —Golpeó la mesa con su puño—. ¡Explicamelo porque lo único veo es al guardián de la Esmeralda Maestra siendo un cobarde!

Esa fue la gota que derramó el vaso; de un segundo para otro Knuckles se encontraba sobre Sonic golpeándolo como una bestia, sin embargo, este no se defendía, parecía que eso era lo que quería, una buena sección de golpes para que entrara en razón.

— ¡Knuckles! —grito Rouge, una murciélaga mientras se levantaba de la silla y trataba de llegar a los dos hombres que lentamente destrozaban la casa de Crystal—. ¡Knuckles, detente! ¡Detente, maldita sea! ¿¡Qué no ves que no se está defendiendo!?

Lados OscurosWhere stories live. Discover now