El ruido del volcán

75 1 0
                                    

Aunque no presenciaste su erupción
-gracias a Dios-
el ruido fue lo suficientemente fuerte
para llegar hasta vos.

Te enteraste todo,
y lo que no te enteraste,
te lo confíe yo.
Porque eso hacíamos
-mejor amigo-
nos contábamos todo,
estábamos en todo,
la diferencia fue que vos eras mi todo.

Después de terminar mi relato,
-temiendo tu reacción-
nos miramos
y reímos,
mientras hablábamos
acerca de las locuras que nos hacían
unas gotas de alcohol.

Claro, porque fue el alcohol.
No yo.
No mi inconsciente.
No mi corazón.
Simplemente el alcohol.
Así era más fácil...

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora