20 De Enero

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¡Bendice a tu enemigo!

Piensa en quien te rechaza o te incomoda y deséale, de todo corazón, sabiduría, virtud y paz. Recuérdalo con afecto y deséale que goce del cúmulo más maravilloso de bendiciones. Cubre el adversario con la ternura de tu cariño y envíale ondas de bondad, pues, si así lo haces, te dispones para vivir sereno por tu actitud equilibrada, y te sentirás feliz por la benevolencia de tu reacción positiva. Evita intoxicarte espiritualmente con el odio y el resentimiento.

Los pensamientos de paz y los sentimientos bondadosos son la mejor medicina para el alma y para el cuerpo.

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