Capítulo 10: Lárgate

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Portgas D. Ace 

Los rayos del sol entraban por la maldita ventana y me dolía la cabeza... es más... no era sólo la cabeza, me dolía todo el cuerpo, lo sentía pesado y tenía la sensación de que si me quedaba todo el día en la cama... no me movería ni un Tsunami, mi cuerpo no respondía como siempre, simplemente estaba muy cansado y no quería moverme. Me di la vuelta en la cama y entonces me sorprendí de que yo estuviera en una cama, generalmente dormía fuera en la playa ¿Qué hacía yo en una cama? Intenté pensar y la cabeza me daba vueltas, me dolía como mil demonios y mis recuerdos pasaban por ella sin quedarse, así que traté de esforzarme en recordar.

Recordaba a Luffy, sí... mi hermano estaba frente a mí, había hablado con él en su despacho de eso me acordaba perfectamente. Se había disculpado por la forma en que había tratado a Zoro y por nuestras continuas discusiones y es que mi hermano cuando quería podía ser muy razonable. Me aliviaba saber que estaba recapacitando sobre sus acciones, porque no me gustaba nada el nuevo Luffy que había estado viendo estos días. ¿Qué le había ocurrido desde que llegó a esta isla? ¿Por qué se comportaba de forma tan penosa? No lo sabía, pero quería descubrir que es lo que estaba ocurriendo.

Me giré hacia el otro lado colocándome bocabajo y mi brazo cayó sobre algo o más bien... sobre alguien y abrí un ojo extrañado ¿alguien? Yo no dormía con nadie a excepción de Zoro y fue sólo una noche, la mejor noche de mi vida. Ahora tenía aún más seguro que amaba a ese chico pero supongo que el recuerdo de mi hermano en él aún estaba muy presente, seguramente él no sentiría nada por mí, pero yo estaba dispuesto a pelear todo lo que hiciera falta, porque le quería, era lo único que me importaba a mí en este momento.

Miré hacía el otro lado de la cama para ver a una chica desnuda durmiendo bocabajo y con una pierna sobre las mías ¿Qué narices pasaba aquí? No entendía absolutamente nada, de hecho para empezar... a mi las chicas me daban un poco igual así que tenía muy claro que no había pasado nada entre ella y yo, pero aún así, me preocupaba saber quién la había traído hasta mi cama.

Quería averiguarlo cuando la puerta se abrió de golpe y entró por allí Luffy acompañado de Zoro que se quejaba y no quería entrar, pero cuando lo hizo y se giró viéndome aquí en la cama con esta chica a la que yo no conocía de nada y que desde luego... así desnuda aparentaba que había pasado más de lo que realmente había pasado. Miré a Zoro desconcertado, creo que él me miraba de la misma forma y entonces su rostro se volvió más apático y se giró largándose.

Me levanté de golpe mientras la chica se despertaba, pero a mí me daba igual ella, ni siquiera sabía quien era, el que me importaba era Zoro que se marchaba por el pasillo cabreado. Le grité que se detuviera, le grité que parase un segundo y hablase conmigo porque esto teníamos que arreglarlo, yo no estaba dispuesto a perderle por un error y cuando pasé por al lado de Luffy, me di cuenta de su sonrisa. Supe en aquel momento, que todo el arrepentimiento que ayer me contaba mi hermano que tenía, era todo una burda mentira de él, una estrategia para hacerme esto y todo porque no podía dejar que Zoro se marchase con quien quisiera. Ni él iba a volver con Zoro pero tampoco quería dejarle que estuviera con nadie más y supe... que no podía fiarme de mi hermano, eso dolió.

- Zoro espera – le grité por el pasillo y sí se detuvo... pero para empotrarme de mala forma contra la pared.

- ¿Te crees que soy idiota? – me gritó – Sabía que eras como tu hermano, sois los dos tal para cual.

- No me metas en el mismo saco que a él – le dije – yo no he hecho nada, me he despertado así y no recuerdo nada.

- Bonita excusa... sí ahora también vendrá tu hermano a decirme que no recuerda nada y así a ver cuánto tiempo podéis jugar con el imbécil de Zoro que cree vuestras mentiras.

¡Atrapado! (One Piece, Ace-Zoro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora