OBLIVIATE - |DRARRY|

EL CIELO

Draco sonrió.

—¿Donde estamos?—preguntó él ojiverde.

—Eso mismo yo te iba a preguntar. ¿Dónde crees que estamos?

—Parece...—dijo despacio—La estación King's Cross. Sólo que mucho más limpia y vacía. Y no hay trenes.— respondió Harry. Draco sonrió.

—¡La estación King's Cross!—exclamó Dumbledore riendo—¡Qué barbaridad! ¿Enserio? ¿Tú qué piensas Draco?

—Pues sí parece la estación...— dijo Draco mirando a su alrededor.

—Profesor... ¿Estamos muertos?— pregunto Harry.

—No Harry. La parte de Voldemort que vivía en ti fue la que murió. Tu alma está a salvo.

—¿Y yo Profesor?— pregunto Draco.

—Harry te protegió.

—¿Cómo?— preguntaron Harry y Draco al unísono.

—De la misma manera en la que Lily Potter te salvó Harry. Amor.

—Amor...—susurró Harry.

—¿Y díganme que van hacer ahora?—pregunto Dumbledore.

—Tenemos que regresar, ¿verdad?— pregunto Draco.

—Eso lo deciden ustedes.

—¿Podemos elegir?— dijo Harry.

—Sí, ya lo creo— respondió Dumbledore, sonriente— Estamos en King's Cross, ¿no? Supongo que si decidieran no regresar, podrían... tomar un tren.

—¿Y a dónde nos llevaría?— cuestionó Harry.

—Más allá.

Se quedaron en silencio.

—Voldemort tiene la varita de Saúco.— dijo Harry.

—Cierto, la tiene.

—Pero ¿usted quiere que regresemos?— pregunto Draco.

—Si deciden regresar, existe la posibilidad de que Voldemort sea derrotado para siempre. No puedo prometerlo, pero de una cosa sí estoy seguro, ustedes tienen mucho menos que temer si vuelven aquí que el.

Volvieron a quedarse en silencio.

—No sientas lástima por los muertos, Harry, sino de los vivos y sobre todo los que viven sin amor.

Los tres se miraron a los ojos.

—Dígame una última cosa— pidió Harry y se acercó más a Dumbledore dejando a Draco atrás.—.¿Esto es real? ¿o solo está pasando en mi cabeza?

Dumbledore lo miró sonriente.

—Claro que está pasando dentro de tu cabeza, pero ¿por qué iba a significar eso que esto no es real?

Dumbledore comenzó a caminar en dirección opuesta a los chicos.

—¿Será que me pueda hacer un favor?— pidió Harry en voz baja.

—Claro Harry, ¿qué pasa?

—¿Puede poner a Draco a salvo?

—Claro que si muchacho.

—Gracias.

Dumbledore caminó hasta llegar a una espesa neblina en la que desapareció.