Never Fall

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3 meses después.

Yoongi le entregó una cajita cuadrada con un lazo rojo envolviéndolo como regalo. A su tacto parecía terciopelo. Jimin levantó su mirada, para fijarla en la de Yoongi que sólo rodó los ojos y le indicó abrirla. Jimin carraspeó y desató el moño, quitando la tapa para ver el interior, una suave tela imitando seda estaba cubriendo el objeto del interior, la quito y encontró un CD; este no tenía ninguna portada, sólo un fondo negro. Lo tomó con sus manos, quitándolo de la caja y empezó a mirarlo de cerca, luego sin resistirse abrió la tapita del plástico y un disco con color blanco y con una firma, que era de Yoongi, era lo único que llevaba...

― ¿Qué esto? Digo, ¿qué tiene dentro? ―Le dijo Jimin cambiando de pregunta, sabiendo que si sólo hubiese dicho lo primero este otro le hubiese contestado lo obvio.

―Pues... Podrías descubrirlo por tu cuenta. ―Le dijo Yoongi, tendiédole unos auriculares y acercándole la Laptop―. Escúchalo y cuando acabes, me llamas, ¿está bien? ―Yoongi le preguntó cuando se incorporó y agarró el abrigo negro en sus brazos.

― ¿Ya te irás? ―Jimin aún consternado, no deseaba que Yoongi lo dejase solo con la noche del frío otoñal.

―Sí... Lo siento. ―Dijo pesadamente Yoongi mirando hacia todas partes menos a Jimin―. Así que... Adiós, no olvides llamarme. ―Dijo apresuradamente sin darle tiempo al pelirrojo de contestar cuando extendió una mano para detenerlo.

―Espera... —Susurró, suspiró y se acomodó.

Jimin se puso los auriculares luego de conectarlo a la Laptop y haber introducido el CD. Esperó a que se abriese y una portada en blanco con el título de Dead Leaves se le apareció. La canción comenzó y cerró sus ojos, apreciando la melodía... Se concentró en la letra del melódico rap de Yoongi para darse cuenta que cada palabra rimada en versos estaban siendo dirigidas a él. Sintió la cara arderle cuando la frase "nunca caigas" se aproximó, eran exactamente esos dos párrafos que siempre le repetía en malos momentos... La canción acabó y Jimin no sabía que decir, es más, se quedó pasmado un buen y largo rato... Reflexionando sobre aquello ¿Qué significado tenía? ¿Especial? Podría dudarlo al tratarse de Yoongi, pero presentía que había algo más que una canción compuesta para él. Recordó que debía llamarlo como este le había pedido.... luego de escuchar el CD, así que corrió a su habitación y se acercó a la mesita de luz donde su móvil tenía un 2% de batería y estaba cargándose. Maldijo internamente pero de todas formas marcó el número de Yoongi. Al segundo llamado le atendió.

― ¿Ya lo has escuchado? ―La voz del otro lado de la línea se escuchaba algo ronca.

―Sí, hyung... ―Afirmó Jimin―. Digo, ¿por qué...? No... ¿Era eso para mí? ―Quiso darse una bofetada mental por su inseguridad pero se abstuvo de pensamientos insignificantes.

― ¿Para quién más si no? ―El típico tono burlón de Yoongi le hizo encenderle las mejillas.

―Lo siento, yo... ―Jimin pensaba decir algo pero Yoongi lo interrumpió.

― ¿Te has fijado bien en el CD? ―Le preguntó.

―Amm, ¿a qué te refieres? ―Jimin dudó y cogió el CD que había traido consigo sin darse cuenta, el cual estaba tirado sobre su cama.

―Tiene una especie de cinta, quítala. —Yoongi le pidió algo más nervioso.

―Está bien. ―La curiosidad y confusión llevó a Jimin a buscar con ansias la cinta del mismo color que había logrado camuflarse de manera exitosa con el color blanco―. ¿Cómo no lo había visto? ―Se preguntó más para si mismo cuando visualizó un pequeño relieve, absorto en la idea de quitarla de una buena vez, olvidando por un momento que Yoongi lo escuchaba aún.

―No te fijas mucho en los detalles, supuse que sería fácil engañarte. ―La voz de Yoongi lo puso más curioso y con sus dedos empezó a intentar quitar la cinta.

Jimin lo logró finalmente y el CD casi se le cayó de las manos. Se quedó mirando fijo a las palabras tan bien ocultas por la cinta como tan poco legibles al visualizar la letra de Yoongi.

"Park Jimin. Qué molesto es esto. Me gustas ¿Qué diablos se supone que haga contigo o mejor dicho conmigo?"

Por un momento pensó que el tiempo se detuvo, aún no había cortado la conversación con Yoongi, el mismo que había escrito aquello.
Pasaron minutos y en las líneas sólo se escuchaban sus respiraciones. Cuando Jimin reaccionó, rápidamente se acomodó el teléfono del hombro con el que lo sostenía a su oído.

―Yoongi, ¿eso es verdad? ―Jimin preguntó nervioso, refiriéndose claramente a las palabras escritas en el CD.

Escuchó a Yoongi a punto de darle una respuesta y la conversación se cortó antes de eso.

― ¿Hola? ―El sonido de su teléfono apagándose lo hizo maldecir―. Diablos, eso era importante, necesito su respuesta. ―Gritó sin contenerse junto a una que otra grosería.

Antes de quitarse el teléfono del oído, alguien se lo quitó desde atrás, volviendo a dejarlo en la mesita y le susurró:

―Podrías electrocutarte, idiota. Y no estoy seguro de ser capaz de revivirte. ―El corazón de Jimin casi se le salió además del susto por los nervios al escuchar la voz de su hyung.

Miró hacia arriba y se encontró con la pálida cara y amplia sonrisa burlona de Yoongi.
Cerró los ojos y suspiró tratando de aliviar los constantes repiqueteos dentro de su pecho.

― ¿Que si es cierto? ―Yoongi volvió a formular la pregunta del pelirrojo que se había quedado en silencio mirándolo atentamente―. Sí, es cierto. Maldita sea, esto apesta. ―Dijo, sin resistirse a su cara de sorpresa, robándole un rápido beso que más bien fue un roce con los labios de Jimin quién cerró sus ojos por encontrarse desprevenido.

Jimin sintió su corazón encogerse y no pudo resistir girarse para encararlo y abrazarlo mientras escondía su cara en el cuello de Yoongi con vergüenza. Su perfume olía tan bien... Se separó y no dudo en sonreírle y darle esta vez un beso más largo y suave. Duró hasta que se les acabó la respiración y un ruido los hizo separarse más rápido de lo que pensaban. Miraron a todas partes hasta que se dieron cuenta de que una especie de humo salía del teléfono de Jimin que aun estaba conectado.
Había caído un trueno y no se habían dado cuenta de ello, había empezado a llover y no fue hasta que se separaron que lo notaron y eso... no fue todo.

― ¡Achu! ―Yoongi estornudó y Jimin lo miró con ternura y preocupación.

― ¿Acaso tú no fuiste a casa?

― ¿Cómo crees que estoy aquí entonces?

―Tienes razón... ¿Estuviste esperando afuera? ―Preguntó Jimin, señalando hacia su balcón.

Yoongi asintió, volviendo a estornudar.

―No debiste... ―Jimin quería reprocharlo pero Yoongi se negó.

―Si no hubiese estado, te hubieses electrocutado. ―Le recordó por su teléfono, ahora hecho una basura.

―Tonto... ―Jimin susurró, Yoongi sólo se encogió de hombros.

Jimin obligó a Yoongi a quedarse en su casa y lo cubrió con colchas y mantas calientes. Enseguida Yoongi empezaba a quedarse dormido, Jimin estaba sentado a su lado en la cama, peinándole el cabello y calculando su leve fiebre.

―Jimin... ―Yoongi le dijo entredormido―. Hoy quería pedirte salir conmigo... ―Susurró.

Jimin sonrió y se mordió el labio inferior con emoción, sin evitar sonreír. Abrazó a Yoongi levemente con cuidado de no despertarlo, descansando su nariz en la curva de su cuello y hombro derecho y le susurró muy suave:

―Yo seré tu novio aunque no me lo pidas. ―Y sin darse cuenta Jimin se durmió también, envuelto a Yoongi.

Dead Leaves ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora