Capitulo 2

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Bianca: ¿Estás bien? ¿Dije algo mal? –pregunté preocupada.
Dipper: No –dijo y me abrazó llorando.
Bianca: Dipper –le respondí al abrazo–, ¿qué sucede? ¿Por qué lloras?

Mabel entró a la habitación y al vernos abrazados dio un paso hacia atrás. Después de un minuto abrazados con Mabel en la puerta ella entró y nos separó lentamente.
Mabel: ¿Están bien? –volteó a vernos.
Dipper: Si –dijo y salió de la habitación.
Bianca: Mabel... –dije viendo la puerta– ¿Por qué siento que los conozco?
Mabel: Tal vez nos conociste en la otra vida –rió.

Reí por lo bajo y asentí dándole la razón. Después el doctor llegó, tuve que usar botín por dos semanas y en esas dos semanas no vi a Mabel ni a Dipper, incluso los busqué en la escuela pero todo fue en vano... Hasta que un día volví de la escuela y mi abuelo estaba hablando con alguien en la tienda de regalos.
Stan: ¡Te dije claramente que no vinieras! ¿Qué tal si ella te ve? –preguntó muy mortificado.
???: Necesitaba ver que estuviera bien –dijo decidido a quedarse. Su voz me era familiar.
Stan: Si lo está, ahora vete. Llegará en cualquier instante.
???: Recuerda que yo fui quien salvo tu vida y la de tu nieta.

Eso me hizo sentir mucha curiosidad así que entré a la tienda. Vi al chico de mi sueño. <<¿Habrá sido real?>> me pregunté y después volví a la realidad.
Bianca: Tú –sonreí y corrí a abrazarlo.
Stan: ¿Lo conoces, Bianca? –preguntó preocupado.
Bianca: Claro que sí, lo vi en mi sueño –no lo solté y me aferré más a él a punto de llorar cuando me levantó la mirada.
???: ¡Bianca! –me abrazó y besó mi frente.

El abuelo nos separó muy enojado. Empezó a regañárme y también a él. 
Stan: ¡Aléjate de ella! –gritó empujándolo.

Me puse en frente de mi abuelo y lo tranquilice diciéndole que todo estaba bien mientras él solo veía al chico y después me vio a mi.
Stan: Tienes razón, Bianca.
Bianca: Ahora... –voltee a ver al chico– ¿Quién eres?
???: Bianca, soy yo. ¡Bill! –cuando dijo su nombre lágrimas empezaron a caer de mis ojos.

Recordé todos los momentos en que él me protegió y me cuidó. También cuando dijo que yo era lo único en su vida que era importante para él y cuando apareció esa noche. Lo volví a abrazar esta vez llorando y me aferré mucho a lo que él también me abrazó.
Bianca: Esta vez no te dejaré ir. Nunca más.
Bill: ¿De qué hablas? Siempre hemos estado juntos.

Seguí llorando y Stan no nos separó solo se nos quedó viendo comprensivo y después se acercó y me murmuró al oído "Bianca, creo que debes de soltarlo o lo dejarás sin aire". Reí un poco y me separé un poco sin dejar de abrazarlo. Después, el abuelo lo invitó a pasar a la casa e hizo unas cuantas llamadas telefónicas.

Bill y yo hablábamos en la cocina cuando el abuelo nos llamó.
Stan: Bianca, ve por un suéter –dijo con la ropa que normalmente usa para cuando llegan turistas.

Yo corrí escaleras arriba y después baje con un suéter rojo. Llegué a la puerta y Bill y el abuelo se encontraban afuera.
Stan: Bien, vámonos.

Bill y yo asentimos para después adentrarnos al bosque... 


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