5. Lobo, lobito ¿estás ahí?

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Por un segundo, cerró los ojos recordando su mala vida, sus violaciones, a su amiga muerta, a Andrea, Mike, Leonard y esa huida que había terminado con esos lobos. A Jayden y su perfecta y pacífica sonrisa con la que se había levantado ese día.

Su corazón dio dos pulsadas que le dolieron al pensar en que no podría volver a ver aquella sonrisa traviesa, burlona, confiada y feliz que le habían hecho, por solo una sola noche, una mujer diferente. La Lucy que siempre deseo ser.

Lloró por saber que lo perdería todo: la primera familia que la había aceptado y el primer gran amor que había encontrado por error.

Qué tonta había sido, ¿no?

Escuchó un gruñido sobre ella. Volvió su mirada al frente. El lobo gris aullaba pero esta vez con dolor. Lucy no supo que había pasado hasta que observó a Jayden, en su forma humana, clavándole fuertemente el cuchillo de plata que ella había traído de casa.

Sintió como el lobo se separó de su mejilla y se debatía otra gran pelea frente a ella. Jayden se había montado en aquel lobo que intentaba morderlo y chillaba aún por el cuchillo que Jayden se afanaba en encajárselo hasta el fondo.

Los lobos que peleaban a sus costados dejaron de morderse y, junto a Lucy, observaron la escena sangrienta que se proyectaba frente a ellos.

Entre el jaleo, el lobo gris terminó mordiendo un costado de Jayden, quién se quejó con fuerza pero no dejó de presionar con su propio peso, el gran cuchillo que estaba casi envainado en su totalidad.

El alboroto entre los líderes de la manada dejó a todos mudos. Algunos quisieron entrometerse pero era Jack o algún otro quién se los impedía. Era como si los celtas supieran que esto era entre los alfa y ningún otro debía meterse en esa gran pelea.

El lobo gris se transformó entonces en un ser humano de cabello plateado y largo que dejó a Lucy boquiabierta. A ese hombre ya lo había visto antes en el prostíbulo.

El albino quiso decir algo, pero mirando a Lucy, no hizo más que caerse en la nieve, tan muerto como los otros lobos que habían matado los otros.

Lucy miró a Jayden intentando entender qué estaba pasando, pero cuando éste le sonrió y se desplomó a su lado, la pelirroja entendió que esa invasión había sido por ella.

—¿¡Jayden!? —Lucy miró aquella herida. Brotones de sangre la acompañaban—. ¡Oh por Dios! Jayden, despierta.

No hubo respuesta.

Lucy pensó morirse. No quería que se fuera, no ahora. No cuando lo había encontrado, no después de que la había salvado.

—No te vayas, no puedes dejarme. —Lloró a su lado—. Dijiste que me quedaría a tu lado. Ese fue nuestro trato.

Se tiró a su torso reconociendo que por más extraños y temerosos que fueran los hombres lobo, ella ansiaba estar con uno de ellos. Le quería por hacerle ver que la libertad que ella tanto había buscado no se encontraba en Nebraska, sino en esa cabaña junto a él.

—Por favor, por favor despierta. —Le besó mojando su rostro—. No me dejes, por favor.

—No me dejas... respirar.

Lucy tomó aire y se dejó de apoyar en él. Jayden duramente respiraba pero, increíblemente, pudo reírse.

—¡Eres un maldito imbécil!

—Gracias por venir.

Lucy no pudo evitar llorar más fuerte al ver aquella sonrisa que pensaba perdida.

—Pensé que habías muerto.

—Yo nunca me iría sin ti.

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Palabras: 7,949

¡Dios! ¿Qué puedo decir? Hubiera deseado que este concurso no tuviera un límite de palabras. Realmente tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no pasarme de lo estípulado. Sin embargo,fue un enorme honor ser partícipe en este concurso y creo que ahora me he enamorado un poquito más de los hombres lobo. No era fan de ellos pero creo que, si me lo piden, esto se va a convertir en una novela enorme ya que no tuve la posibilidad de explotar al máximo el material que saqué de toda la investigación que hice.  Hubiera querido explicar quién es el albino, quién era Lorena e inclusive, qué pasó en el prostibulo... pero me faltaron palabras y fue esto lo que al final pude crear.

Una vez más, felicidades NataliaAlejandra  

Espero que este pequeño relato, el que no se aún si se puede considerar adulto, lo hayas disfrutado tanto como yo y que bien, sepas que amo tus novelas, tu forma de escribir y estoy realmente feliz de que hayas alcanzado tantos seguidores. Creo que te mereces aún más por tan excelente persona que eres y bien, que espero algún día conocerte si es que voy (y lo haré) a Argentina.

A todos los demás, gracias por todos los votos, por los comentarios y por recibir con los brazos abiertos una historia más que hago. Los amo con todo mi corazón.

-Nancy A. Cantú






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