Skyfall L.S

||Capítulo 2

— Dios mío —susurro la mayoría mientras ahogaban gritos en desesperación. Las calles y autos se tambaleaban de lado a lado formando pequeñas olas por el movimiento y fuerza que conllevaba el terremoto que estaban presenciado . Los carros de supermercado, personas y postes de advertencia yacían en los suelos sin poder salir de ahí. Incluso yacían personas muertas a metros del grupo.

— Esperemos a que el temblor termine, tal vez...

—¡Tal vez nada, Zayn! ¿Ves a esa mujer muerta? ¡Está muerta por este maldito temblor! —gritó el castaño perdiendo los estribos y la poca cordura que le quedaba. El rizado solo comenzó a llorar junto a la chica castaña que venía con su novio, ambos totalmente asustados esperando el momento en que las paredes del edificio colapsen y caigan sobre ellos.

— ¡Oh dios mío! ¡La tierra! —grito sorprendida y con desesperación la chica que atendía en la tienda—¡Se está abriendo la maldita tierra!

Todos miraron impactados la escena en donde a unos veinte metros de ellos la tierra se estaba separando poco a poco llevándose consigo autos estacionados en el lugar, compras y personas.

— Demonios —susurro el castaño— ¡Corran! ¡Tenemos que llegar al auto! —ordeno mientras todos trataban de mantenerse en pie. El grupo comenzó a correr siguiendo al morocho quien era el único que sabía dónde se encontraba su auto junto con el castaño quien trataba de ayudar a todos a mantener el equilibrio en todo el movimiento. Tras correr cerca de una manzana mientras esquivaban autos, basura y personas en los suelos llegaron al estacionamiento Norte donde la mayoría de los autos se encontraban volcados o bajo postes de electricidad pero para la poca suerte de estos siete chicos el auto verde de Zayn solo tenía el parabrisas roto.

 —¡La línea de aproxima! —grito el rubio

— ¿Cual línea?—preguntó el rizado confundido mientras corrían en dirección al auto.

— La que nos viene siguiendo. La que está separando la tierra —explicó. Ambos voltearon y observaron que la línea se acercaba cada vez más a ellos con el fin de acabar con sus vidas. Al llegar al auto rápidamente subieron todos amontonados unos sobre otros con Zayn al volante en dirección a la salida del centro comercial.

— ¡Cuidado con ese poste! —advirtió el castaño que se encontraba de copiloto. La línea aun seguía en dirección hacia ellos por lo que Zayn se vio obligado a subir la velocidad y cambiar rápidamente la dirección al centro.

— Tienes que salir por la autopista —sugirió el rizado con los ojos rojos de tanto llorar— Tienes que salir en la cinco sur para ir en dirección a la carretera central.

— ¿Y qué ayuda en eso? —pregunto el castaño

 — Quedaremos lejos de la ciudad y sus grandes edificios —explicó—. Tienes que doblar en la siguiente

— No dobles Zayn —ordeno el castaño molesto.

— ¿Por qué no? —preguntó sorprendido. Era una gran idea.

— Porque yo lo digo.

— Entonces genial. Desperdiciaremos una idea para darte la razón y morir en el intento. —espeto ya molesto.

— ¡Es esta Zayn! —grito Harry en advertencia

— ¡No dobles! —advirtió el castaño. El morocho miro a ambos que lo miraban suplicante a que hiciera la acción opuesta pero Zayn por obvias razones escogió una que le daba un poco más de posibilidades para sobrevivir.

— ¡Eres un estúpido! —gruño el castaño

— ¿Yo? Te salve el culo, idiota. —espeto el morocho— Si hubiéramos ido al centro probablemente íbamos a terminar bajo un enorme edificio. Probablemente el de McDonald's.