01 ➸ "Hailey me está esperando."

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20 de octubre, 2015. Martes. Residencia Bieber. 5:00 am.

La mano de Cassandra descansaba sobre el pecho fornido de su esposo. El chico estaba completamente dormido, como ya era costumbre luego de hacer el amor junto a su esposa. Aunque no disfrutaban muy a menudo del acto sexual por la apretada agenda de Justin. Sólo cuando tenía algo de tiempo íntimo con su esposa, era cuando el mayor de los Bieber sacaba aquel lado tierno que había perdido meses atrás.

La chica Bieber, como a todos les gustaba llamarla en los medios de comunicación, era increíblemente paciente con su esposo. Él era uno de los modelos más importantes de Calvin Klein y no siempre estaba en su casa. Pasaba más tiempo en el estudio fotográfico, que con su pequeña chica. Sin embargo, a él no parecía molestarle no estar junto a ella.

Desde hace unos meses, la chica había podido interceptar los cambios radicales de Justin. Llegaba tarde, no la besaba, no le hablaba -y si lo hacía, era de un modo brusco-, ni menos la tocaba.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el teléfono del muchacho resonó a un lado de ellos. Cassandra por inercia llevó su mirada hacia el reloj dándose con que tan sólo eran las cinco de la madrugada. Ella, como acostumbraba a atender aquellos llamados, estiró su mano para tomar el celular del chico y poder atender. Pero una mano tiró de ella para atrás, para que no llegara a tomar su próximo objetivo.

Justin Bieber la miraba con el ceño fruncido; su mirada quemaba sobre la piel de Cassandra. Y más, la manera que lamió su labio inferior antes de susurrar aquellas frías palabras.

"No estás en tu derecho de tomar mi móvil ni nada que me pertenezca." y así como esas palabras la dejaron helada, Bieber se levantó de la cama y tomó aquel aparato luego de dirigirse fuera de la habitación.

La voz del chico retumbaba entre la silenciosa casa, dejando escuchar pequeños susurros que provenían de la planta baja. "¿Qué pasó?" "No me esperes más, ya voy para allí." "No agradezcas... Yo a ti."

Y en el momento que la puerta de su habitación golpeó contra la pared, supo que algo andaba mal. La forma en la que su esposo seleccionaba rápidamente su ropa, metiendo otra muda en su bolso de trabajo, no le daba buena espina.

"Tengo trabajo. Hailey me está esperando en el estudio fotográfico para una nueva sesión de fotos, así que debo apurarme si quiero llegar a tiempo." Hailey otra vez. Claro que ella era. Según él, aquella chica -que aún no tenía el placer de conocer- era su compañera de trabajo.

El ambiente incómodo permanecía entre ellos. Ninguno se miraba, ni compartían palabras. "No sé cuánto tiempo me tome esto... posiblemente llegue tarde esta noche. No te conviene esperarme." Sus ojos hicieron contacto por segunda vez en la hora. Cassandra estaba sin habla viendo como su esposo se deshacía de su bóxer para meterse en el cuarto de baño. "¿Escuchaste? No me esperes."

La voz dominante que utilizaba Justin para darle aquellas normas a Cassandra era lo único que se escuchaba en el ambiente. Aunque ella estaba acostumbrada a que él abandonara su hogar, no podía evitar sentir aquel vacío en su estómago.

Moore aprovechó que Justin se hubiera metido a la ducha para tomar su pijama y dirigirse especialmente a la cocina, con el único objetivo de preparar el café que siempre solían compartir por las mañanas. Solían compartir.

La cafetera hizo un sonido ensordecedor, avisándole a la muchacha que el café estaba preparado y listo para ser vertido en las pequeñas tazas. En el momento que el líquido terminó de llenar aquel vaso, Bieber bajó apurado por las escaleras, parando frente a la puerta de la cocina con una ceja alzada.

"¿No escuchaste que estaba apurado acaso?" El rostro de Cassandra, que hasta en ese momento seguía con aspecto neutro, se entristeció casi de inmediato. "No necesito café. Lo único que quiero es llegar rápido al puto trabajo, y tu me haces un jodido café." La voz demandante del hombre de la casa se alzó frente a ella, obligándola a cerrar sus ojos con un gesto doloroso.

Justin no pudo evitar sentir pena cuando su mujer terminó por cerrar los ojos ante sus palabras, haciéndolo sentir una pequeña punzada en la boca de su estómago. Soltando un suspiro, se acercó hasta ella y dejó un beso sobre su mejilla, sonriéndole de lado segundos después.

"Que tengas un buen día, amor. Por favor, avísame a qué hora llegarás, y si quieres que te deje la comida preparada." No. Bieber se mordió el labio y negó con la cabeza rápidamente, saliendo de la cocina para tomar el bolso que había dejado colgado en la escalera.

"No hace falta que me dejes nada preparado, comeré afuera con todo el team de trabajo. Hasta luego." Y sin alguna respuesta de parte de su esposa, se fue.







Infiel ➸ jb | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora