Epílogo.

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Estaba estresado desde hacía una semana atrás ya que tenía demasiado trabajo acumulado y ni siquiera tenía idea de dónde había salido. El contador había llevado reportes a su oficina al igual que la encargada de recursos humanos, Zayn dejó en algún momento unas fotografías para revisión puesto que creía que tenían "potencial" y habían dos campañas que aún tenía que mandar a los departamentos indicados para que las pusieran en marcha... en pocas palabras, su vida estaba completamente de cabeza y estaba al punto de que había llevado trabajo a casa, algo que no era muy común en él.

Entre él y su ahora esposo – Harry – con el que había tenido cinco años de noviazgo para después casarse, habían adaptado una de las habitaciones de la enorme casa como un estudio el cual él se encontraba usando en ese momento como oficina.

No tenía quejas de lo que en ese momento era su vida, es decir, había compartido esos diez años con el hombre del que se había enamorado desde que su pequeña hija tenía cinco años y ahora que la veía con quince, se sentía completamente realizado ya que estaba seguro de que ambos habían hecho un gran trabajo en equipo al educarla y dudaba que estando solo hubiera logrado tanto.

Su móvil sonó y eso logró sacarle un gruñido de disgusto ya que tuvo que apartar la mirada de los papeles que tenía enfrente para tomar el aparato el cual brillaba con un mensaje de su esposo.


De Hazz:

Lou, llegaré hoy en la noche. Estoy ansioso por verles. Xx


Sonrió inconsciente ya que realmente lo estaba extrañando a pesar de que sólo se había ausentado dos días por el viaje que había tenido que hacer a Francia para ayudar a su padre con algunos asuntos de la empresa. Llevaban cinco años de casados, en total diez juntos y aún no perdían la costumbre de poner esas equis al final de los mensajes.

Soltó un suspiro y volvió la mirada a los papeles para seguir trabajando a pesar de que eso significara que su mal humor incrementara.

No se suponía que estuviera a las ocho de la noche en casa, con mucho trabajo enfrente aun vistiendo con la ropa de oficina cuando se suponía que a esa hora debía de estar teniendo una cena tranquila con su hija mientras esperaban por Harry que seguramente llegaría pronto.

El golpeteo en la puerta del estudio lo hizo saltar por la impresión y se obligó a sí mismo a dejar lo que hacía para permitirle la entrada a la persona que se encontraba detrás de la puerta y no se sorprendió al ver a su hija entrando, pero lo que sí le alarmó fue verla en una corta falda, con zapatos altos y con el cabello recogido con rizos, dispuesta a salir.


- Papá, me voy – anunció – le dije a Max que me lleve.


En ese momento maldijo la hora en la que Harry le había contratado a un chofer personal para que ella pudiera hacer lo que quisiera cuando quisiera ya que de repente Lux lucía como si se mandara completamente sola, como si la opinión que ellos tuvieran importara muy poco.


- ¿A dónde se supone que vas? – dejó salir su enojo y estrés en esa pregunta.


Lux frunció el entrecejo y cruzó los brazos sobre su pecho, mirándolo directamente como si estuviera retándolo ya que ella se creía que tenía toda la razón del mundo.


- A una fiesta – soltó, como si fuera lo más obvio – Tú mismo me diste permiso esta tarde.

Stay |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora