Un alto oficial de cabello gris y ojos marrones camina por el claro y la detective lo saluda de manera cortante.

—Ella es Jane Marx—me presenta—. Fue ella quien llamó.

—Encantado de conocerte—dice, asintiendo hacia mí—. Soy el Oficial Rice, capitán de policía.

Asiento con la cabeza en señal de saludo. Él y Whitmore comienzan a conversar y yo miro hacia el suelo. Mis nervios están muy ensartados en este nuevo descubrimiento. ¿Qué va a pasar de ahora en adelante si es el cuerpo de Harry?

Le toma a los oficiales cerca de una hora en encontrar lo que están buscando.

—¡Tenemos algo!

Whitmore coloca su teléfono en el bolsillo y se acerca al agujero que han cavado, alumbrando con una linterna en la fosa. Se ha vuelto oscuro el cielo desde que comenzaron a cavar, y el aire de otoño es frío sobre mi piel. No me atrevo a caminar hacia el agujero con miedo de lo que pueda ver.

Hay una breve pausa en el claro cuando Whitmore mira de reojo hacia abajo en el agujero.

Reuniendo todo el coraje que puedo, me acerco al lado de Whitmore, mirando también.

El agujero es quizá de seis o siete pies de profundidad, y oscuro, con la excepción de la linterna de Whitmore. Mis ojos se deslizan por alguna señal de lo que han encontrado, y lo encuentro.

Una mano, blanca y descompuesta, sobresale desde el fondo del agujero, como si quisiera alcanzar el mundo de arriba.

Ahogo un jadeo en mi garganta mientras lo observo. El cuerpo debió haber sido tirado de lado para que el brazo estuviera de esa manera, es un espectáculo espeluznante y horrible de ver.

—Sigan cavando—dice la detective Whitmore, manteniendo su voz.

Me alejo del agujero, sin confiar en mi voz para hablar.

Cuando miro hacia atrás en el roble, Harry sigue ahí, observando, esperando.

Miro a los oficiales trabajar alrededor del hoyo, la imagen de la mano es la única cosa que veo cuando cierro mis ojos brevemente en un vano intento de despejar mi mente. Esa mano, esa muerta y blanca mano, mirando hacia el cielo, tratando de aferrarse a cualquier último intento de vida. Esa mano, que una vez fue cálida, suave y gentil es ahora nada más que un marco vacío de lo que antes vivió.

—Harry Styles fue asesinado hace tres meses—murmura Whitmore—. Si es él, no estará demasiado descompuesto todavía. Aún podemos ejecutar una autopsia. Por supuesto, tendremos que llamar antes a sus padres para identificarlo...

Sus palabras comienzan a ser silenciadas cuando veo a los oficiales jalar algo fuera de la fosa.

Me aparto cuando el cuerpo es sacado del agujero.

No me las arreglo para obtener una vista del cuerpo durante el resto del tiempo que sigo en el claro, hay demasiados oficiales e incluso algunos periodistas que han comenzado a llegar, bloqueando mi visión.

Cojo fragmentos de conversaciones a medida que más y más personas llenan el claro previamente privado. Me paro a un lado de mi madre y mi padre, viendo como Castle Hill comienza a recordar a Harry de a poco.

—Es él, bien—oigo a un reportero de cabello castaño rojizo decir—. Nadie puede confundirlo.

—Qué pena—otro periodista con una cámara concuerda—. ¡Qué historia va a hacer esta, sin embargo!

Hay una pizca de tristeza en su voz, pero sólo un poco.

—Jane, debes volver a la estación—la Detective Whitmore dice a mi lado, y desvío mi atención de la multitud que se ha acumulado. Asiento con la cabeza hacia ella, para seguirla fuera del claro.

Phantom [h.s] •Completa•Where stories live. Discover now