Segúnda Parte 3/4

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—!Raini Rodríguez¡ —se oía su nombre en todas partes. La pelinegra desabordó la limusina, radiante comenzó a hacer poses y hablaba acerca de sus proyectos próximos con la prensa. Siempre tan Raini, adorable, tierna y divertida que hacía de las suyas por el set, de aquella serie que hacía 6 años, había cambiado su vida. La melancolía invadió por un segundo, hacía mucho no estaban los cuatro juntos, y a la última a la que vio fue a Laura, en unos de sus conciertos. Sacudió la cabeza para concentrarse, no había oído la ultima pregunta formulada por la rubia de pelo corto.
—Disculpa ¿podrías repetirme la pregunta? —preguntó simpática.
Te decía que ¿Como te sientes al estar en el palacio De La Rosa?
— ¿Disculpa? —preguntó desconcertada. La chica sonrió incómoda y estaba apunté de decir algo cuando... Ya estaba dentro de algo parecido a un verdadero palacio, decorado en telas de animalprins (leopardo, cebra etc.) y brillo de todos colores. Era imposible no pensar en ella, pero era igual de imposible que lo fuera, se dijo.
— ¡Raini querida! —era su voz a sus espaldas. Asombrada volteó para encontrarse a la peligran en su mejor imagen: en un vestido de reina (en estampado de leopardo) y una brillante tiara sobre su cabeza ¡Era Trish! —. Oh, Raini querida, se que ahora soy una reina pero tienes permitido hablar ante mi presencia —«tan atrevida como sólo ella» pensó Raini.
¡Trish!... Estoy sin palabras la verdad.
Pues es hora de que busques unas cuantas...

(... )

Raini despertó y, vio que estaba en su casa, en su habitación. Nada de palacios, ni animalprins... Ni Trish. Todo fue un sueño. Un sueño, bastante fuera de lo normal. Se quedó pensando un rato y recordando. Se le salieron un par de lágrimas así que se levantó y fue a lavarse la cara.

 Al rato ya se hallaba bañada y vestida. Bajó a la cocina para prepararse algo y allí, justo en el vidrio (de la cubierta de la cocina eléctrica), no se vio a sí misma, no. Sí no a Trish, no en un vestido extravagante como en el sueño, sino algo más ella, normalmente.

  Raini hizo unos movimientos y al ver que ésta no la seguía, pensó que estaba delirando, así que echo a la basura, la nutella que traía en la mano, quizá había comido mucho de eso, en esos días.
No seas ridícula Raini —le habló Trish —. No soy producto de tú imaginación, ni estas loca.
— ¿Trish?... ¿Como es posible?...
Eso es lo de menos —movió su mano en el cristal restandole importancia —. Ahora lo importante —y puso esa típica cara de Trish, haciendo lo que más le gusta: amenazar —. Estras ésta noche en el set, o te seguiré y todo el mundo creará que estás loca. Y sabes que soy capaz de hacerlo ¡Chaito! —y así, sólo desapareció.
   Reini suspiro, a decir verdad estaba aterrada, y aún más luego de la amenaza de la otra pelinegra, tal vez se estaba volviendo loca de verdad pero sabía mejor que nadie que cuando Trish De La Rosa decía algo lo cumplía.
~Gio.

Fin Austin & Fin Ally |Auslly|Raura|Where stories live. Discover now