Prólogo

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¿Alguna vez te has preguntado cómo es en realidad la vida de los acomodados?

Pues bien, yo les diré, porque soy uno de ellos.  Al hablar de ''acomodados'' no me refiero a cantantes, actores, modelos, etc. Me refiero a los que nacieron con la vida resuelta, los que tienen tanto dinero que si quieren pueden hacer una fogata con él o en resumen, los que tienen todo y más de lo que necesitan.

Bienvenidos al Noreste de la ciudad de Santiago, mejor conocido como La Dehesa. Aquí es donde yo y mis amigos vivimos, vamos a clases, nos divertimos, jugamos y dormimos –quizás muchas veces acompañados– Todos tenemos casas enormes con nuestras propias habitaciones con baños. No existen limitaciones en cuanto a dinero, al alcohol o a nada que se nos ocurra. Nuestros padres casi nunca están en casa y si lo están, no nos ponen mucha atención, así que disfrutamos nuestra vida en privado hasta que nos cansemos –lo cual jamás ocurre–. Somos inteligentes, llevamos ropa hermosa, y además si que sabemos pasarla muy bien. Todo esto no quita que nuestra mierda siga oliendo, como la de cualquiera, pero no se huele ya que cada sesenta minutos una empleada tira esencias que nos fabrica alguna gran empresa. 

Si, lo sé. Es una vida de lujos, pero alguien tienen que vivirla ¿no?

Nuestras casas están todas a poca distancia de centros comerciales como el Portal La Dehesa y de colegios privados como el aclamado Newland School , donde la mayoría de nosotros asiste. Y aunque tengas resaca, las calles de La Dehesa siempre estarán hermosas por las mañanas.

Pero algo se esconde en estas calles...

Un chico de ojos azules llega a su apartamento luego de sus vacaciones con su familia. ¿Su nombre? Santiago de Valdés. ¿Edad aproximada? Dieciocho años. De todos, el es mi favorito. Santiago es un niño problema por excelencia. Doy por seguro que la mayoría de las personas de la ciudad lo conocen por sus escándalos. Es el más popular del Newland School, líder natural y con un egocentrismo que alcanza para una comunidad completa. Aunque bueno, ¿quien no sería un jodido egolatra si pareciera un Ken viviente?  

Por el contrario tenemos a su hermana melliza Trinidad de Valdés. ¿Cómo describir a Trinidad de Valdés? Simplemente, perfecta. El ejemplo de la familia de Valdés Argandoña. Con su cabellera rubia, sus ojos azulados y estatura, esta chica fácilmente podría ser una modelo, pero aún teniendo todos estos atributos, no logra salir de la oscura sombra de su hermano.

Como una buena medida de seguridad, deberíamos ponernos las pilas ya que las vacaciones han terminado. Si no, S se ganara a nuestros profesores, se pondrá la ropa que queremos, se comerá la ultima aceituna, tendrá sexo en la cama de nuestros padres, le robara el corazón a más de alguna chica, y en definitiva nos cagara la vida. Pero créanme, por muy perfecto que sea, debe existir algún defecto de fabrica. Se que él esconde algo más, y no me cansare hasta sacarlo a la luz. Lo vigilare de cerca, muy cerca. Vigilaré a todo el mundo. Tengo el presentimiento que este año, va a ser uno muy movido y loco. Cuídense Santiaguinos.

You know you love me.

XOXO, RudeBoy.

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