El soñar

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Cuando observe por primera vez el cielo logre ver detalles que nunca antes había notado, su gran inmensidad y lo pequeños e insignificantes que somos dentro de la burbuja que envuelve la tierra.

Siempre que creemos ver algo aseguramos y damos por hecho de que es tal y como lo vimos, y la verdad es que nada de eso es a ciencia cierta verdadero.

Los sentidos son el primer contacto que tenemos con lo que está más allá de nosotros, y estoy completamente seguro de que sin ellos ni siquiera podríamos estar seguros de nuestra existencia, pero ahí están, tratando de demostrar que hay algo más, muchas cosas más.

La esperanza de la vida alberga sueños y metas, metas personales y grupales, contienen en sí misma la esencia del ser. Algunos dicen que Dios creó todo esto para que lo disfrutáramos juntos y a la manera condicionada que él nos indicó, otros dicen que simplemente somos una etapa en el ciclo del planeta y que fuimos un accidente en la evolución, la verdad yo soy de las personas que no comprende las inquietudes de la
naturaleza y que en verdad prefiere no saber.

La simplicidad de nuestro medio solo se volvió compleja cuando decidimos penetrar el umbral. Nuestro mayor error fué y es siempre querer más de los que necesitamos, la ambición nos lleva (y nos trajo) a ataduras tan gruesas que se vuelven
imposibles, y nos convertimos en personas tristes y odiosas.

Me encanta cerrar los ojos y a momentos sentir la brisa del viento tocar mi piel, me gusta sentir el calor de la luz que viaja desde el sol, escuchar a las aves cantar y la noche llegar, correr y empolvar mi ropa, reír con la gente que quiero y no de ellos, me gusta sentir que nada de lo que necesito lo necesito, cantar y pensar en nada. Las obligaciones no existen cuando no tenemos nada, ahí solo existen las necesidades.

Los animales entienden eso, no lloran por los que se fueron porque simplemente no saben nada, no esperan nada ni a nadie, no viven a razón del pasado y el futuro, no sueñan ni añoran.

¿Porque nosotros no podemos ser diferentes?, ¿Existe acaso un lugar que no haya sido tocado al que podamos llegar en completa libertad? Lloro y busco algún consuelo intentando encontrarlo, pero, más tarde me doy cuenta que lo que somos y a lo que pertenezco es simplemente parte de nuestra naturaleza y soñar es parte de ella.

Soñar no es un error, querer y tener ambiciones tampoco, como podría serlo si es parte de nosotros. El problema está cuando dejamos de creer en ellas y olvidamos la serenidad, mas, como encontrarla en un círculo que cada vez se encoje más.

Y pienso, ahora, cuando miro el cielo, que la vida se pasa volando y está en cada uno encontrar esa tranquilidad que tanto buscamos. Miro a mi alrededor y desarrollo un nuevo sentido que me permite sentir más allá de lo que mi mente permite, reconozco mi presencia en la tierra y avanzo sin temor a lo que se aproxima, dejo de lado lo que me
amarra al pasado y abro los brazos a lo que me trae el futuro. Aprendo de lo que sucede todos los días y dirijo mi destino hacia la risa, la compañía, la simpleza, los sonidos; abro mente a nuevas experiencias y posibilidades, camino hacia la verdad y agradezco con humildad.

Si finalmente puedo llegar a una conclusión solo dejo de pensar y me convierto en algo más en este mundo, abandono mi razón y me entrego a los sabias ramas del amor, nunca dejaremos de reír, nunca dejaremos de ver, nunca dejaremos de tocar, jamás sabremos lo que es sufrir, nunca dejaremos de cantar, el frío ya no será un obstáculo, la supervivencia ya no será un problema, dejemos de pensar y encontraremos nuestra paz.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2015 ⏰

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