Maraton Part.3, Part. 4 y Part.5

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-¡8!-

Luke me acerco suavemente hacia él.

El recuerdo del choque en el centro comercial como conocí a Coraline viene a mí.

Llegue y entre. Cuando iba a ir a los elevadores alguien choco conmigo. El choque fue tan fuerte que tambalee y caí al suelo.

-¿Cass?- subí la mirada sonrojada. Era Luke- Oh cielos, discúlpame, estaba en otro mundo- me ayudo a levantarme, el tobillo me dolía, aunque poco.

-Perdóname a mí, estaba igual- él sonrió.

-¿Te lastimaste?- negué- ¿Y qué haces aquí?- me miro divertido al ver que mi sombrero se había medio doblado. Me lo quite lo acomode y me lo volví a poner.

-Vine a comer con unos amigos- él hizo una mueca.

-¿Con Alex?- yo me quede desconcertada.

-Sí, ¿Por qué?-

-Por nada- yo lo mire y moví la cabeza.

-¿Y tú que haces aquí?- le pregunte.

-Vine con mi hermana a comprar algunas cosas- yo sonreí.

-Que bien te iba a preguntar algo sobre lo de las asesorías...- mis palabras se vieron ahogadas cuando una rubia de unos 15 años llego al lado de Luke. Era muy bonita.

-Luke, vi unos discos en... perdón- dijo cuándo me vio. Es más que obvio que es su hermana. A pesar de que Luke no tuviera el cabello rubio platinado (Casi blanco), ella tenía sus ojos, sus expresiones y eran muy parecidos. Ella sonrió.

-No hay problema, de cualquier forma, ya me iba- ella le dio un codazo a Luke.

-Oh perdón-dijo él- Cass ella es mi hermana Coraline. Coraline ella es Cass- ella me saludo sonriente.

-Mucho gusto Cass- dijo, me fije que sus ojos eran un poco más claros que los de Luke.

-El gusto es mío Coraline. Me gustaría quedarme un poco más, pero me están esperando-

-Adiós Cass- me dijo Coraline para después despedirse con un beso en cada mejilla.

-Hasta luego Cass- dijo Luke mientras me daba un beso en la mejilla. Sentí como un rubor subía por mis mejillas y como estas se sentían increíblemente calientes.

Meencamine a los elevadores que estaban enfrente. Cuando entre, trate de ocultarmi color rojo vivo de las mejillas y de pensar en otra cosa que no fuera LukeCarter.


-¡7!-

En ese momento junto nuestros labios que encajaban a la perfección, tal como las piezas de un rompecabezas.

El momento de nuestro primer beso voló por mi mente.


Siento como los labios del ojiazul se mezclan con los míos.

Me quedo congelada por unos instantes al igual que el tiempo, sin embargo la sensación me provoca obsesión, me dejo llevar como nunca antes pensé llegar a volver a hacerlo. El beso es realmente tierno y no sé cómo me llega a gustar tanto, como llego a saborear la sensación de él. Subo mis brazos a su cuello y él sigue con sus manos en mi cintura, siento como la lluvia nos envuelve y el beso comienza a superar el tiempo, siento como todo desaparece y solo nosotros estamos en la faz de la tierra. Me falta aliento pero me resulta más doloroso separarme de él en tal momento. El beso se prolonga y la falta de aliento comienza pesarnos más.

Cuando siento que por fin voy a perder el conocimiento bajo mi cabeza y el me da un tierno beso en la frente. Me sostengo de sus bien trabajos brazos para no caer.

-Dame tiempo- es lo único que mis labios logran formular. Él baja la mirada encontrándose con la mía.

-Te daré todo el tiempo que quieras, solo piénsalo y no me olvides o trates de evitarme- yo sonrió.

-Eso jamás- él sonríe satisfecho.


-¡6!-

Luke me abraza cálidamente.


-Venga, debes ir a descansar Cass- me dijo Luke, trate de levantarme pero mis piernas se doblaban. Me comencé a sentir demasiado cansada, reacción seguramente del medicamento, de repente sentí como él me tomaba en brazos.

-¿Qué haces?- pregunte alterada.

-Supongo que ayudándote a ir a tu habitación- quería oponerme, dejarle en claro que no quería esa muestra de afecto, pero siendo sincera no podía ceder ante el capricho de estar en sus brazos envolventes y que transmitían cierta muestra de seguridad, además prefería que me llevara no ceder y quedarme en el frío suelo. Yo lo guié hasta mi habitación y cuando llegamos me recostó con la más fina delicadeza en la cama mullida.

-Gracias- dije, él sonrió.

-No es nada Cass- ¡Zas! Di un respingo y oculte mi cara en una almohada. Él estaba a punto de salir cuando de repente de mis labios salió la palabra:

-Quédate- lo decía más para mí que para él. Quería sentir la seguridad que minutos antes sentí en sus brazos, quería sentirme tranquila a su lado.

-¿Perdón?- lo mire con los ojos entrecerrados por la falta de luz y tratando de divisar su figura entre la envolvente oscuridad y los tenues charcos de luz de las lamparas del pasillo.

-Quédate por favor- él sonrió o al menos eso creía ver entre la oscuridad, camino hacia la cama y se recostó a mi lado.

¡Zas! Estampe mi cara profundamente en la almohada. Sentí como alguien me tomaba de los hombros y me acercaba a un extraño calor que me hacía sentir segura, un extraño calor familiar que a decir verdad me encantaba. De pronto me vi arriba de su pecho que subía y bajaba tranquilamente, envidiablemente para mí.

-No tengas miedo, estoy aquí, contigo- susurro y me di cuenta que esas eran las palabras que había querido escuchar en mucho tiempo.

¡BOOM! Escuche como estallaba algo. Las luces se apagaron. Temblé como no lo había hecho en mucho tiempo y sentí como sus manos me estrujaban más, yo apreté mis manos en torno a él. Mis ojos comenzaron a cerrarse, probablemente por efecto del medicamento o simplemente por primera vez en mucho tiempo, por ganas hasta sumergirme en un consolador sueño.




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