La Casa De Campo

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DECATORIA PARA: Elizag07

Las grandes puertas de la casa se abren al paso, ese típico aroma a encierro con un toque de canela. Todo estaba com lo recordaba, nada había cambiado. Mientras la señora MC- Greydi guiaba a los hermanos y les indicaba cada regla de la csa que temporalmente vivirían, me desvíe hacia otro lado, un cuadro me había llamado la atención, me voy acercado no era uno de sos comunes con dibujos raros,, era... especial. Las olas del mar parecia que se movian, la brisa me era familiar... Hasta que llegaron las voces que raramente provenían de ese cuadro.

-Alai- dise una vos, al principio no la reconosi - ¿Que haces aquí?

Me habia dado vuelta, era como estar y no estar. A mis ojos se dejo ver a un muchacho mayor, cabellos negro al igual que de ojos, profundos como la noche, parecidos a los de Edmund. Pero... Como era que sabia ese nombre.

-Mirando al horizonte, admirando las tierras - digo con total normalidad.

El muchacho me sonríe, como si mis palabras le hubieran traido un buen recuerdo.

-Tu padre te necesita.

Luego, todo se esfuma como la niebla.
-¿Alai? - una voz me saca de los pensamientos.

Me doy vuelta, en frente mio se halla Edmun. Me había desviado y la señora MC- Greidy pronto terminaría con su discurso, apresuró el paso hasta el momento en que a Susan se le ocurre tocar una estatua.

-... Como les desia, ¡no toquen nada! - haciendo una pausa, mirando a cda uno - no deben tocar nada, ni molestar al profesor como tu ya debes saber Alai ¿Esta claro?.

Asentimos. No era que ella esperara que dijieramos algo. Continua hablando.

-Ahora, como tu ya conoces la casa quiero que guíes a los Pevencie. Sus habitaciones. Niño por un lado y niñas por otro.

Me desia. Supongo. Que luego querria que les muestre la casa.

Cando ya habiamos terminado de desempacar, la tarde habia pasado rapida y habia caido la nohe. Habiamos cenado en la gran cosina ya que para la señora MC- Greydi el profesor estaba en el comedor. Todos se habian ido a dormir, y la unica que no dormia era yo, cada vez qu lo hacia despertaba sobresaltado y con muchas preguntas en mi cabeza.

Caminaba por la playa mis pies desnudos tocaban la fria y mojada arena, mientras se mesclaba con el mar. A mi lado caminaba un leon.

-Mi pequeña- desia, siempre desia mi pequeña - sabes que debes cumplir tu deber, las damas de Gales te necesitan, no debes olvidar tus raizes.

-No quiero dejar , y tapoco quiero dejarlo.

Se paro, su mirada bajaba por el amar.

-La magia te ha elegido, no por ser mi hija, si no por ser especial. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Detras se escuchaban una voz que gritaba mi nombre.

-Xander.

Pronuncie, este me dio un abrazo. En mi oido susurraba.

"Vuelve... te amo... recordalo".

Todo se volvio nublado. Ya no recuerdo solo sus voces. Mis piernas tenblaban y esto no era nada, siempre el mismo sueño, despues de este habia una guerra de la cual todos morian y yo estando ahí no podia hacer nada, era como si mis pies estuvieran pegados al suelo, no los podia salvar y esa punzada en el corazón parecia que iva a dejar de latir. Y esa voz femenina: Rinde, no puedes salvar, a ninguno, todos estan muertos por tu culpa. Entregate y liberame...

Las Crónicas De Narnia I : La Hija De AslanWhere stories live. Discover now