XXXII: Quedada.

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En ese momento supe que la habíamos cagado, no puedo creer que pudiera haberme dejado llevar por mis hormonas y haber besado a Matt allí en medio arriesgándome a que alguien nos viera; cosa que ya había sucedido.

Poco a poco me alejé de él con miedo a enfrentar a aquella persona, deseando con todo mi corazón que no fuera ni mi madre, ni Thomas; porque sino si que habríamos metido la pata hasta el fondo.

Cuando terminé de dar la media vuelta para enfrentarla, me encontré con la cara perpleja de mi hermano, el cual no reflejaba enfado, sino todo lo contrario.

Solté todo el aire que ni siquiera me di cuenta que estaba reteniendo, aliviada de que fuera Alejo.

Después de mirarlo a él, miré el desastre que montó en el suelo, trozos de cristales esperriados por todo el salón y una gran macha marrón de lo que parecía ser coca-cola o café se extendía un poco más delante de los pies de mi hermano, el cual todavía ni se había inmutado.

- ¡LO SABÍA!- gritó de repente, dejándonos esta vez a Matt y a mi con cara de confusión.- ¡Emily me deba 50 pavos! - y con esto se empezó a reír, dejándonos aún más confundidos.

Los dos intercambiamos miradas como diciendo ''¿qué dice este flipado?'', pero, claramente, sin obtener respuestas.

Después de unos segundos, tomé la iniciativa de hablar.

- Alejo, explica qué coño es lo que acabas de decir.- dije en tono de ''o me los dices o te mato''.

- A ver...- empezó mi hermano- resulta que Emily el otro día me contó sobre vuestra relación, haciéndome prometer que no os diría nada. Por supuesto también me contó sobre vuestras discusión y apostamos en tiempo que tardaríais en arreglaros. Yo dije menos de una semana y ella dijo que más de una y, claramente, gané yo. ¡VOY A POR VOSOTROS, 50 PAVITOS!- exclamó como un niño de infantil.

- Ohh - nos limitamos a decir Matt y yo, sin saber concretamente lo que teníamos que responder en ese caso, dejándolo pasar por alto. 

Lo que no quita que cuando vea a ese engendro del demonio, más bien llamado mejor amiga, tenga una conversación pendiente con ella.

***

La hora de la quedada con Henry había llegado, y la verdad es que no tenía muchas ganas, ya que básicamente quedaba con él para poner celoso a Matt pero ya que todo está casi arreglado; y digo casi porque desde el beso y eso no habíamos vuelto a hablar.

Ahora mismo me encontraba delante de mi armario, decidiendo que ponerme, aunque ya lo tenía medio claro.

Unos vaqueros ajustados junto a una camisa color verde agua y mis deportivas a juegos con el color de la blusa; mientras que en el pelo me hice una cola de caballo desordenada y como de costumbre, nada de maquillaje.

Una vez lista bajé las escaleras y escuché voces provenientes de la cocina, creo que ya sé quienes son.

Cuando me asomé por el umbral de la puerta divisé a mi hermano y a Matt sentados en la mesa con un vaso de zumo de piña cada uno.

- Hola chicos, voy a salir. Vuelvo en unas horas.- dije cogiendo una manzana del frutero.

-¿Con quién vas a salir?- cuestionó mi hermano.

- Con un viejo amigo, chao.- y con eso salí de la cocina cogiendo mi teléfono junto a mis llaves y mi cartera y por último saliendo de casa.

Me puse camino hacia en parque en el cual habíamos quedado la noche anterior.

Una vez allí me senté en un banco mientras le escribía un mensaje diciéndole que ya estaba aquí, lo que el no tardó en contestar con un seco ''ok'' y después agregando ''yo estoy llegando''.

Con eso guardé el teléfono esperándolo allí.

Al cabo de unos cinco minutos alguien tapó mis ojos con sus manos, y supe que era él.

- Hola Henry, cuanto tiempo.- dije mientras me levantaba y le daba un abrazo.

- Pues ya ves, y tanto.- dijo devolviéndomelo.

Después de eso la tarde pasó entre risas y demás. Fuimos a comprar unos crepes, después chuches y ahora íbamos de vuelta de comprar unos helados. 

Nos sentamos en un banco que había cerca de la heladería; nos comimos los helados en un sielncio un tanto incómodo.

Una vez hubimos terminado los dos, dejamos las tarrinas a un lado y lo que vino después no lo pude controlar.

Henry se había acercado demasiado a mí y en una de esas agarró mi cara entre sus manos y juntó sus labios con los míos moviéndolos frenéticamente encima de los mioí, mientras yo no podía responder a nada.

Pero antes de que siquiera me diera tiempo a quitarlo ya había alguien que no había separado de mi y se encontraba encima de él golpeándolo en su cara.

Por ahora no podía descifrar quien era, pero en el momento que habló, lo supe.

- ¡A VER SI TE ENTERAS QUE A MI CHICA NO SE LE TOCA CABRONAZO, COMO TE VEA OTRA VEZ AL LADO DE ELLA TE MATO! - gritó siguiendo dándole puñetazos.

Lo que me hizo reaccionar y acercarme a ellos para separarlos.

Me costó trabajo, pero lo conseguí; conseguí que dejara de propinarle puñetazos con todas sus fuerzas y me hiciera caso; aunque antes de separarlos del todo Matt logró soltar un par de maldiciones dirigidas a Henry.

En el camino a casa ninguno de los dos dijimos nada, sólo íbamos abrazados mientras caminábamos, recibiendo el aire en mis pulmones.

En un momento dado del trayecto Matt nos paró y me garró de la cintura mientras iba acercando su boca a la mía para al final unirlas en un apasionado beso lo que hizo que el zoológico volviera a la vida en mi estómago; y ya las palabras que salieron de su boca después hizo que mi cuerpo se convirtiera en gelatina.

- Te quiero.- susurró al filo de mis labios.


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CREO QUE EL CAP ESTÁ BASTANTE LARGO Y CURRADO.

TAMBIÉN SE QUE LO QUE TODAS QUERIA QUE PASARA, YA HA PASAO: MATT Y ALLY VUELVEN A ESTAR JUNTOS!!!!!!!!!!!!!!!!!

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ATT: SU SEXY ESCRITORA


XOXO


El playboy es mi hermanastro. {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora