My first love // Grayson Dolan

Capitulo uno

Estaba en mi cama, con el telefono, como todos los dias que me aburria en mi casa. La mayoria del tiempo estaba sola en casa, mi mamá trabajaba y llegaba unas tres horas despues de que yo llegaba del colegio, que por suerte era mi ultimo año.

Mi estomago pedia comida, asi que me levanté a ver si habia algo en el refrigerador, pero nada. Cocinar... pues no sabia muy bien, lo unico que sabia preparar eran huevos. Y me causaba gracia aquello.

Y como tonta, esperé a que llegara mi mamá a casa.

***

-Esto esta muy rico.- dije con la boca llena.

-Emma, por favor, no se habla con la boca llena.- dijo mi mamá.

-Lo siento.

Terminé de comer y levanté mi plato y lo lavé junto a mi vaso. Luego fui a mi habitacion a mirar Netflix, es que Dios, estaba obsesionada.

Hoy era el ultimo dia que iba al colegio, claro, porque estabamos de vacaciones de verano. Así que podia hacer lo que quisiera hasta la hora que quiera.

Y dormida me quedé mirando television. Al dia siguiente me levanté por el sol que me daba en la cara. Pero yo no entendia como me levantaba más cansada de lo que me iba a dormir el dia anterior.

En fin, me di una ducha y luego desayuné con mi madre y fui a afuera con mi perra para que haga sus cosas y de paso yo caminaba.

Salí del porton de mi casa y le solté la correa a mi perrita. Habian dos camiones con muebles y cosas, al parecer tenemos vecinos nuevos, genial.

Un chico muy atractivo estaba bajando las cosas y las llevaba hasta la casa. Estaba bajando un sofá pero se cayó. Fui a ayudarlo, hay que ser amable con los nuevos vecinos.

- Oye, ¿estas bien?- dije dandole mi mano.

-Si, estoy bien, gracias.

-Dejame ayudarte con esto...- agarré una extencion del sofá y él la otra- asi que... eres nuevo aqui, pues bienvenido.

-Oh, si, gracias, me mudé con mi hermano, y gracias por ayudarme.

-No fue nada.- sacudí mis manos y escuché a mi perrita ladrar.- Oh no... disculpame, mi perra le está ladrando a alguien. ¡Olivia! ven aqui.- y vi a un chico corriendo y maldiciendo, me acerqué a él.- tranquilo, no muerde, se hace la loca a veces.

-Pareciera como si me fuera a comer.- me reí.

-Ella es asi, pero no hace nada, como el dicho, ladra pero no muerde.

-¡Oye Ethan! ¿Donde diablos estabas?

-Lo siento, estaba recorriendo el barrio- esperen ese chico era igual al otro, oh por Dios santo eran gemelos, y estaban calientes.

-Si, si, lo que digas, en vez de estar ayudandome a bajar las cosas, tu recorriendo el barrio. Ella me ayudo- me señaló.- por cierto ¿como te llamas?

-Emma, soy Emma.

-Un gusto Emma, yo soy Grayson y él Ethan, y como verás somos gemelos.

-Lo noté, son identicos.

-Creo que eres la primera persona que no pregunta "¿Son gemelos?"- dijo Ethan con una voz rara y yo reí.

-En serio que no entiendo cómo pueden preguntar eso, ¿acaso no ven que son identicos? que gente hueca.

-Eres literalmente yo Emma.- dijo Grayson riendose.

-No es por presumir, pero creo que ya puedo identificarlos. Y ni siquiera los conozco.

-Pues mejor, solo nuestra familia y mejores amigos nos identifican.

-A ver, yo me taparé los ojos y ustedes tienen que cambiar de posicion, distinta a la que estan ahora e intentaré diferenciarlos.

-Buena idea.- dijeron los dos.

Me tapé los ojos y ellos me dijeron listo, entonces los vi.

-Mmmh... Tu eres Grayson y tu Ethan.- dije señalando.

-Buen trabajo Emma.- dijo Ethan.

-¿Lo hice bien?- dije emocionada.

-Si.- dijeron sonrientes, vaya que lindas sonrisas.

-Ok chicos, los dejaré, debo ir a caminar.

-Oh... tal vez, tu algun dia puedas enseñarnos el barrio y eso.

-Claro, con gusto, nos vemos entonces.

Por favor que chicos mas simpaticos, tenian el mismo humor que yo, al parecer me llevaría bien con ellos.

Caminé alrededor de una hora y luego volvi a mi casa, me duché y luego estuve en mi cama, cosa de todos los dias.

Miré en Netflix algunos capitulos de The Walking Dead y luego mi mamá me pidio que vaya a comprar unas cosas al quiosco de la vuelta de mi casa.

Fui con mi perrita y como no se podia entrar a la tienda con mascotas tuve que dejarla amarrada en un poste de luz.