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Los días pasaban y desde aquel día en que Justin interrumpió mi platica con Kyle no le hable más.
El se acercaba a mí queriendo arreglar las cosas pero simplemente huía como cobarde.
Me había enterado de muchas cosas de Justin, rumores tontos que rondaban por la escuela.

–Deberías alejarte de él, dicen que mato a su novia.

–No es una buena persona, pertenece a una banda que secuestra niñas jóvenes.

–No deja que nadie se siente junto a él, por qué solo ella se sentaba ahí siempre.

–Te matará a ti también.

Solo ignoraba esas platicas y me alejaba confundida.
Choque con alguien por ir pensando y al darme cuenta de quien era, abrí los ojos y camine en otra dirección.

–¡Hey no!–Me gritó Justin.

Corrió hacía mi y me tomo del codo haciéndome voltear.

–¿Que mierda quieres Justin?–Dije molesta. El se rasco la nuca y bufo.

–Perdóname por lo de el imbécil, lo siento no debí–Murmuro apenado.

–¿Estás apenado?Oh por dios, tengo que grabar esto–Bromeé. Inmediatamente sus mejillas se sonrojaron y yo abrí la boca sorprendida.

–No le digas esto a nadie–Hablo con su cabeza gacha.

Yo solo reí asintiendo. Justo en ese momento el timbre sonó y el me tomo de la mano para llevarme al aula.
Sentí una corriente eléctrica pasar por mi cuerpo al momento que sentí su toque.
Llegamos al aula y yo me iba a sentar donde siempre pero el me puso al lado de él donde se sentaba su, se supone, ex novia.
Cuándo varios entraron y me vieron ahí con Justin empezaron a murmurar cosas sin sentido.

Al acabar las clases Justin me acompañó todo el trayecto a casa de Megan con nuestras manos entrelazadas.

–Aquí es–Le sonreí soltando su mano.

Él asintió y me dio un beso en los labios tomándome por sorpresa.
Mis mejillas empezaron a calentarse.

–Adiós nena–Río Justin y camino en dirección contraria perdiéndose en una esquina.

Sabía que todo saldría bien estando con él.

Hasta ese día.

De nuevo salía de la casa de Megan tarde, eran las 11:30 y prácticamente salí corriendo a casa, sabía que mis padres me regañarían, como todos los días.
Las calles estaban oscuras y frías, no pasaba ningún auto, ni perros abandonados, nada.
Me froté las manos a causa del frío. Mis converse pisaron un charco y se mojaron inmediatamente, gruñí molesta.
Al doblar una esquina oí gritos de una chica, me alarmé y corrí al lugar viendo como un chico la sujetaba de la cintura y ella forcejeaba.

–¡Hey suélt...ala imbécil!–Grite pero mi voz se corto por los nervios.

El chico volteó a verme como si hubiera visto al mismo diablo. Entonces lo vi.
Sus ojos mieles los reconocería en cualquier parte, brillaban con intensidad.
Soltó a la mujer y ella corrió hacía mi agradeciéndome y de ahí desapareció.
Yo no podía salir de mi shock interno, no podía creer que los rumores eran ciertos.
El camino hacía mi y yo retrocedí espantada. Corrí a todo pulmón pero él era más rápido y me atrapó.
Forcejee tratando de soltarme.

Y ahí fue cuándo mi vida acabo. La camioneta llegó y me tomo de los brazos poniéndome un trapo en la nariz haciendo que perdiera el conocimiento.

–¡Ella no es, ella no es joder!–Gritó Justin.

Fue lo último que escuche.

Sorry | os → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora