Capítulo 21 - Decidido

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Escucha, Matt, si me lo preguntas creo que tú ya te encuentras un poco enamorado de Alexis. De otro modo no le habrías dicho lo que le dijiste. Así que deja el pánico de mierda y solo permítete el placer de caer completamente por ella.

»Enamórate de su sonrisa tan profundamente como para querer hacerla sonreír todo el tiempo. Enamórate tanto de la forma en la que te sientes cuando estás con ella que la extrañarás como un loco cuando no estés a su lado. Enamórate de quien eres con ella y de lo que quieres ser con ella. Enamórate con todo lo que tengas, sin permisos, sin miedos ni opiniones.

¿Cómo es que parece tan fácil cuando lo dice de esa manera?

Eres un cursi de mierda.

Si no quieres oírme entonces no llames a un cursi de mierda a las dos de la mañana.

—Imbécil.

—Ya, solo termina de contarme.

—¿El qué, marica?

—¿Qué te dijo ella?

Um... bueno, realmente no dijo nada. Su mamá llamó a la puerta y luego tuve que huir antes de que me descubriera allí.

En realidad la besé una vez más antes de salir a las prisas por el tejado. No fue como el beso anterior, solo presioné mi boca contra la suya unos instantes por si ella decide no dejarme hacerlo nunca más.

La llamada con Axl se termina un poco después y yo paso las siguientes horas tratando de conciliar el sueño. Me levanto a la hora habitual y voy a hacer mis labores en el granero, atendiendo a los animales. La pobre Cleo no se levanta, se encuentra echada en el suelo con pocos ánimos y, aunque no soy un experto, creo que es un indicio de que ella dará a luz muy pronto.

No me encuentro con Allie en el desayuno, no sé a dónde ha ido y tampoco pregunto, pero me temo que ella esté evitándome por lo que le dije la noche anterior.

Con el mal sentimiento en mi pecho, termino de alistarme para irme al entrenamiento con Luke, quien regresó a la casa poco después del desayuno.

Tengo que admitir que me alegra que los entrenamientos de los domingos no sean rigurosos como los otros días y, más que nada, Luke los use para explicarnos en qué nos equivocamos en el partido del día anterior, de lo contrario él me estaría dando mierda por no concentrarme en hacer mi trabajo porque absolutamente no puedo sacar de mi mente a Allie. Joder. Me está frustrando el no haberla visto esta mañana.

El resto del equipo se queda luego de que Luke termina de hablar con nosotros, ellos están planeando hacer una barbacoa a la que no estoy interesado en asistir, por lo que voy primero a las duchas.

Abro mi casillero, me quito la ropa y la echo dentro de mi maleta, tomo mi toalla y me adentro en una de las duchas divididas por bajas paredes, donde pronto abro la regadera y el agua comienza a deslizarse por mi cuerpo, refrescándome.

Cierro los ojos, dejando que el agua golpee en mi cara. Diablos, hace un calor infernal. Escucho el ruido de la lejana puerta abriéndose pero no le doy importancia, eso hasta que oigo que alguien se aclara la garganta detrás de mí. Volteo automáticamente, abriendo los ojos, y entonces me encuentro con la morena de la otra vez frente a mí. Ella me recorre con la mirada, deteniéndose en mi entrepierna más de lo debido, y finalmente me mira a los ojos, los suyos son muy oscuros.

Ladeo el rostro, cruzándome de brazos y frunciendo ligeramente el ceño ante el hecho de que ella no debería estar aquí. Jessie, como Adrián dijo que se llama, pone las manos en su cintura y me mira con diversión, enarcando una ceja. Tal como el día anterior, está usando un top ombliguero y unos shorts de mezclilla que no dejan mucho a la imaginación, básicamente le llegan a la orilla de las nalgas.

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