La niñera de Ella.

Capítulo 2: Un día no tan común.

Mía se levantó temprano, fue al comedor en pijama y después de comer el rico desayuno que hizo su madre, se metió a bañar y se arregló, se despidió de su madre con un beso en la mejilla y se dirigió a la escuela.

Al llegar a la escuela saludó a sus tres mejores amigas, Karla, Samantha y Emily, las cuales se encontraban platicando entre ellas sobre hombres guapos, trataron de incluirla en su conversación pero la belleza de Emily mantenía a Mía ocupada en sus pensamientos, era muy blanca, usaba ropa negra o de otro color oscuro lo cual resaltaba más lo blanca que era, tenía ojos y cabello negro, su cabello era corto y estaba peinado al estilo punk.

Las clases iniciaron y Mía seguía distraída, no sabía como ni en que momento le diría a Emily.

Así pasaron unas tres clases más, hasta que llegó una clase libre porque había faltado el profesor que la impartía.

Mía se quedó a hablar con sus amigas en el salón de las cosas de siempre, como: hablar de los profesores, del novio de Karla, de los 4 gatos de Samantha, hasta que pidió hablar con Emily en privado, sus dos amigas se fueron del salón con gran incertidumbre, dejando a Mía y a Emily solas.

-Y bien ¿de qué quieres hablar?- dijo Emily con ese tono algo grave en su voz

-Amm... yo... yo soy les... lesbiana-

Emily se sorprendió un poco, en su mente sólo se repetía la pregunta "¿cómo es que no nos dijo nada en estos dos años juntas?" se sacó a sí misma de sus pensamientos para decir: -Pues está bien- con una gran calma y una sonrisa.

La reacción que Mía esperaba era muy distinta, quizá esperaba que le reclamara el no habérselo dicho antes, o que se enojara con ella, realmente lo había tomado muy bien, que Mía planeó dar el siguiente paso.

-No sé que sientas por mi, pero para mi ha sido muy difícil ser tu amiga teniendo que callar lo que siento por ti, Emily te amo- dijo Mía tomando a Emily por la cintura y besando sus dulces labios, en la cara de Emily había demasiada sorpresa, sin embargo eso no impidió que aquel beso durara demasiado, lo suficiente como para que Mía pudiera explorar toda la boca de Emily, pero finalmente Emily termino por separarse.

Emily hubiera deseado separar ese beso mucho antes de haber sentido que su vagina se mojaba un poco, pero estaba tan sorprendida a tal punto que se quedó paralizada; no sabía que decirle a Mía, estaba confundida, nunca nadie la había besado antes, y si alguna vez imaginó ser besada nunca en su imaginación pasó la idea de que fuera una mujer quién lo hiciera.

Mía observaba con curiosidad a Emily y con una sonrisa un poco impaciente por una respuesta, la observaba dar vueltas frente a ella y cada vez que volteaba a verla se ruborizaba, podía adivinar que estaba ordenando sus ideas.

-Mía, yo... no creo que vaya a haber algo entre nosotras, simplemente no creo que funcione- dijo finalmente Emily con la mirada baja.

-Oh... está bien- dijo tratando de disimular que cada una de las palabras que dijo su amiga no le habían destrozado el corazón.

-Pero podemos ser amigas- sonrió Emily y abrazó a Mía con mucho cariño, Mía correspondió el abrazo entre triste y feliz.

-¡Que lesbianas!- bromeo Karla entrando al salón

-Si, nos vamos por un momento y ya están aquí entregándose todo su amor- siguió la broma Samantha

-No, nada de eso- dijo Mía sonriendo mientras se separaba de Emily, después de eso todos sus compañeros empezaron a entrar al salón para la siguiente clase.

El resto de las clases se fue rápido, Mia salió de su salón para ir por Ella, la cual la estaría esperando en la reja, pasó unos minutos cuando por fin pudo verla entre la multitud, la reconoció por la descripción que le dio la mujer al teléfono y porque dijo que llevaría un vestido rosa con un moño en la cabeza del mismo color, al verla no pudo evitar sonreír, y pensar en que le resultaba muy familiar su rostro.