Capítulo 2.

2.5K 119 3
                                    

  »Capítulo 2«
Suspiré ante su pregunta.
-Claro que lo era.
-¿Qué sucedió?
-¿Acaso ahora no me notas feliz? -dije con algo de melancolía.
-Claro que sí, pero no de la misma forma.
-¿Cómo esperas que esté? Mi padre murió en un accidente junto con uno de mis hermanos. Mi madre nunca fue demasiado cariñosa conmigo ni con mis hermanos. No sabía cómo hacer esto sola. Simplemente se decidió por abandonarnos en un orfanato cuando yo tenía diez años. Pasé más de seis años de mi vida en un orfanato, sola. En un momento llegué a creer que nadie me querría. Por supuesto, todos quieren a los bebés. A mi hermano Thomas fueron al primero que lo adoptaron. Obviamente, él sólo tenía tres años. Lloré como loca ese día. No quería separarme de él, ¿pero qué más podía hacer? Sea como sea se lo llevarían, y hubiera sido demasiado egoísta de mi parte intentar lo contrario, para que se quedara estancado en el mismo lugar que yo -dijo con lágrimas en mi cara, sin darme cuenta de cuándo había empezado a llorar.
-¿Cuántos hermanos tenías? -dijo limpiando mi cara con sus pulgares-. Claro, solo si es que quieres seguir hablando de eso.
Traté de recordarlos en mi cabeza. Mi memoria estaba frágil. Prefería olvidar esos días, para no seguir sufriendo.
-Tenía cinco hermanos. Mi padre era el único que trabajaba en la casa. No vivíamos en las mejores condiciones, pero yo era feliz, al fin y al cabo. Cuando mi padre y mi hermano mayor murieron. mi madre no tenía trabajo y estaba desesperada. Ese fue uno de los motivos, por otro lado.
-¿Eran seis hermanos?
-Ajá. Comprenderás que era duro. Compartir mi habitación con mis dos hermanas mayores, vivir en una casita de unos poco metros cuadrados con siete personas más...
-En esta foto luces realmente feliz -dijo enseñandome la foto que sostenía. Esa foto que siempre había tenido en mi velador. Esa que nunca había querido botar ni olvidar, por muy masoquista que fuera. ¿Por qué? Simplemente porque había sido el mejor día de mi vida.
-Lo estaba -dije sollozando-. Ese día fue el mejor de mi vida. Nunca podría olvidarlo.
-¿Quieres... -dijo tragando saliva, probablemente con un nudo en la garganta. No quería que se sintiera así por mí. Traté de calmarme- contarme lo que sucedió ese día? Si no quieres, lo entenderé, no te preocupes -agregó rápidamente.
Suspiré. Él me abrazó consoladoramente por un segundo.
-Ese día era el de un concurso de talentos. Me llevó más de un mes prepararme. Nunca había tenido clases de canto en mi vida. Cuando cantaba, sólo era por diversión. Todos los demás en esa categoría, estaba segura de que tenían maestros especialistas y todas esa cosas. Me sentía realmente nerviosa al respecto. Mi padre me ayudaba todas las tardes con ejercicios básicos de vocalización que una vez había visto por ahí. Mis hermanos también aportaban. Hasta mi madre lo hacía. Claro, el premio era una gran cantidad de dinero, lo cual nos ayudaría muchísimo en casa. Ensayamos todas las tardes por casi dos meses, sin falta. No importaba si estábamos demasiado cansados o lo que sea, sabíamos que era una especia de responsabilidad nuestra ensayar.
>En fin, llegó el tan esperado día. Me encontraba muy ansiosa y nerviosa. Unos minutos antes de que fuera mi turno, se me estaba empezando a olvidar todo, incluyendo la letra de la canción, lo recuerdo bien -sonreí-. Mi padre llegó a mi lado, me hizo algunos masajes y me dijo cosas graciosas para que pudiera relajarme. Llegó mi turno, me besó en la mejilla y me empujó al escenario.
>Una vez arriba, entre en pánico,básicamente. Me quedé congelada, no podía moverme, no sentía mi cuerpo. Miré a mi papá que estaba detrás del escenario y él me animó. Mientras nadie más estaba ahí para mí, él lo estaba. Él siempre lo estuvo. Él era la mejor persona que tenía en mi vida. Oh, bueno, aparte de mi hermano mellizo, que estaba junto a él -dije con tristeza al recordarlo.
-Aguarda, ¿tienes un hermano mellizo? -dijo con incredulidad.
-Así es... O al menos lo tenía. No me apetece hablar de eso en estos momentos.
-Oh, lo lamento -dijo viendo mis ojos llorosos.
-Bueno, para hacerlo corto, finalmente gané el concurso. Todos mis hermanos y mi padre fueron a saludarme y felicitarme. Mi madre básicamente fue solo a recibir el dinero. Luego nos tomaron esa fotografía... -dije con la voz quebrada.
-Vaya, lo siento tanto. Eso suena realmente hermoso. Excepto por la parte de tu madre, claro -dijo abrazándome, con la voz quebrada.
Lloré un rato en su hombro, dejándole toda la camiseta empapada. Cuando me aparté de él, me disculpé por eso, pero a él no le importó.
-Déjalo, no es importante, son sólo lágrimas -dijo sonriendo.
-¿Sabías que eres el mejor? -le dije, sorbiendo mi nariz.
-Me lo dicen seguido -dijo sonriendo, con suficiencia.
-Oh, vamos -dije empujándolo suavemente-. Estúpido engreído.
-Me amas así -dijo abrazándome de nuevo.
-Como a un hermano -le aclaré.
-O tal vez como algo más, no lo niegues -dijo, y pude oír una sonrisa en su cara.
-Oh, cállate, claro que no -dije apartándome de él con un poco más de ánimo.
-Apuesto a que tienes una asombrosa voz -dijo cambiando de tema.
-Mh... no lo sé.
-¿Alguna vez te ofrecieron un contrato o algo?
-Sólo grabé un demo como parte del premio de ese concurso. No creo que hayan estado realmente interesados en lanzar a una niña de siete años al mundo de la fama. Y, a decir verdad, nunca me ha gustado eso de la fama y la poca intimidad. Me hubiera vuelto loca, hubiera destruido mi carrera y probablemente me hubiera matado -dije con algo de gracia, pero sabiendo que era cierto-. Prefiero mi privacidad y seguir en el anonimato.
-Oh, vamos. Ya no estás en el anonimato.
-Supongo que luego de estos dos años separados, se habrán olvidado de mí -dije encogiéndome de hombros.
-Oh, no lo creas -dijo sonriendo, sacando su teléfono. Buscó unos segundos y luego me lo enseñó. Sólo digo... Hay hasta páginas con fans tuyas en internet, principalmente en instagram y facebook. Es impresionante. No sé de dónde sacan esas fotos tuyas. Son tiernas. Las veo siempre. Me gustan. Y así podía recordarte mejor.
-Oh Dios mío. Esto es imposible -dije arrancándole el celular de las manos-. ¿Cómo es que nunca me había enterado de esto? -dije sin poder cerrar mi boca.
-Sólo digo, ya eres famosa, no puedes cambiar eso. Le agradas a la gente, pese a que a veces seas un tanto... molesta.
-Oh, me amas -dije empujándolo jugetonamente.
-¡Hasta que lo notas! -dijo melodramáticamente. Me puse un tanto colorada ante eso.
-Sólo cállate -susurré, apartándome de él. Me dirigí hacia el baño a lavarme la cara.
-¿Sabes algo?
-Sé muchas cosas. Pero tal vez no sepa lo que me dirás.
Él rodó los ojos y se rió.
-En dos días más tendré que ir a un estudio de grabación por aquí cerca para terminar de grabar una canción. Si quieres, puedes ir conmigo y podrías grabar otro demo. Podría apostar a que has inventado unas cuantas canciones en este tiempo.
-¿Me espías o qué? -dije sorprendida.
-Sólo era una intuición. ¿Y? ¿Estás de acuerdo?
-No estoy segura. No quiero ilusionarme y luego decepcionarme. Además, no creo poder controlar todo esto de la fama.
-Alguien una vez me dijo que si no arriesgaba, no ganaba, y aquí me ves. Por otro lado, yo te ayudaría con eso. Si te gusta toda esta sensación, puedes seguir con esta carrera. Si no, bueno, puedes volver por donde llegaste y quedarte como la chica de un solo, pero fabuloso, demo -me alentó.
Lo pensé un momento. Respiré profundamente y cerré los ojos. Luego de un rato los abrí. No me haría mal intentarlo.
-Está bien, iré contigo y probaré algo nuevo -dije sonriendo, no muy segura aún.
-¡Genial! -dijo abrazándome.  

ME DEMORÉ PRINCIPALMENTE PORQUE NO HABÍA PODIDO ENTRAR A MI CUENTA EN WATTPAD POR ALGÚN EXTRAÑO MOTIVO): PERDONEN, SOY LA PEOR. ESPERO NO DECEPCIONARLOS.


Adoptada Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora