Recomenzar.

230 14 2
                                    

Y sustituyó las extensas noches sumergidas en angustia e inaudibles llantos, por efímeros y a la vez eternos días en  los que, hasta los más simples momentos merecían ser rotulados con el nombre de "recuerdos". De esa manera, con el paso lento aunque decidido, Lulú, aprendió a vivir y se libró de sus miedos y descubrió el secreto para ser feliz.





Sí decidieras leerme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora