- Bien, ahora tengo que ir a cuidar a otro tonto humano – informó con molestia – nos vemos cuando vuelva

- Te estaré esperando – habló el de cabello rubio – suerte Aries

- Gracias – respondió dándole una cálida sonrisa

Se impulsó delicadamente con sus pies, para después empezar a volar en dirección al bosque, teniendo una mejor vista desde el cielo del paradero de la rubia 



+Piscis+

El joven de cabellos blancos se encontraba caminando con algo de misterio por los pasillos, asustándose al sentir como una mano era posada en su hombro desde su atrás

- Calma – habló una voz masculina – soy Géminis, amigo – aclaró con una sonrisa divertida el joven de cabello castaño oscuro

- No hagas eso otra vez – pidió el albino, respirando pesadamente por aquel susto

- Creo que deberías hablar con Capricornio si quieres dejar de asustarte por cualquier cosa – opinó cruzándose de brazos

- Lo intenté el fin de semana – se excusó volteando la mirada – pero cada vez que la miraba las palabras se iban

- ¿Qué harás entonces? – cuestionó con el ceño fruncido – si sigues ocultándole "eso", le harás daño

- Lo sé, lo sé – respondió mientras desordenaba sus cabellos – simplemente es que...no puedo, trato y trato, pero ... cuando llega el momento perfecto las palabras no salen

- Dile antes de que esta mentira siga creciendo – pidió soltando un suspiro – sino yo mismo se lo diré, o tal vez lo haga otra persona

- Lo haré – afirmó – solo que me da miedo dañarla – informó, recibiendo una mirada seria por parte de su amigo – bien, pero solo ayúdame con esto

- ¿Ahora en qué me metiste? – preguntó con cansancio – tengo una cita de estudio con Tau, espero que no tome tiempo

- No lo hará – respondió volteando la mirada con una sonrisa incómoda – solo digan que estudio con ustedes

- ...si no fuera tu amigo, ahora mismo te estaría partiendo el cuello – comentó con tranquilidad el castaño, asustando a su amigo

- Lo siento, pero tengo que salir un rato – informó bajando la mirada – te prometo que será la última vez

- De acuerdo – aceptó con desgano – por cierto, me mandaron a que te diga algo – informó al tiempo que el de cabellos claros alzaba la mirada – cobarde...

No dio respuesta alguna, se limitó a bajar la mirada mientras su amigo desaparecía de su vista a paso lento

¿Por qué hacerlo? ¿Por qué arruinar la vida de una persona que no se lo merecía? ¿Por qué traicionar la confianza y cariño de aquella persona que fue la primera en valorarlo como era?

Esas siete letras podrían conformar una simple palabra, pero era más que eso para él. Estaba perjudicando a la joven que lo ayudó tanto, solo por el hecho de no enfrentarse al castigo que conllevaba sus actos. Jugaba con los sentimientos de la primera persona que le demostró que valía algo por sí mismo, a la persona que le brindó calor cuando él moría en el frío

- Cobarde ... eso es lo que soy – se dijo a sí mismo, dirigiendo su mirada hacia la ventana, notando como la de mata anaranjada hablaba alegremente con un ángel de cabello rosado claro

Se quedó unos minutos contemplando a su pareja, la cual sintió su mirada, devolviéndosela junto a un saludo y una sonrisa; el albino se sintió más lamentable de lo que ya estaba, y volteándole el rostro se fue con dirección a las escaleras



+Leo+

El joven peliazul se encontraba mirando el oscuro cielo, sentado cerca de la fuente junto a otros dos jóvenes más

- Ya deja tu preocupación – pidió el joven de cabellera rubia pálida – estará bien, no es la primera vez que va a cuidar a un humano

- No estaría tan preocupado si no supiera que las puertas se cerraran en menos de tres horas – aclaró dándole una mirada de reojo a su amigo

- Si sabías eso la hubieras acompañado – opinó la joven de cabellos negros, mordiendo la manzana que llevaba – no creo que esté tan lejos, podrías alcanzarla

- Sabes que los vampiros se deben mantener alejados de los humanos – recordó el de cabello azulino mientras soltaba un suspiro

- En las reglas dice que somos libres de hacer lo que queramos hasta que las puertas se cierren – aclaró el rubio dándole una sonrisa – así que puedes hacer lo que quieres

Lo pensó un poco, para después pararse y darles una sonrisa a sus amigos mientras se dirigía hacia la entrada

Extendió sus alas negras, las cuales combinaban con su vestimenta, dispuesto a emprender el vuelo, pero fue detenido al sentir como alguien chocaba con él

- Ten más cuidado – se quejó mirando al causante – ah, Cáncer... ¿Qué haces aquí?

- B-Bueno ... - tartamudeó el nombrado, bajando la mirada con vergüenza

- No tenemos tiempo para esto – se quejó el de cabellos plateados mientras jalaba al castaño

- ¿Quién es él? – preguntó nuevamente el vampiro

- Es Virgo – respondió el castaño sin pensar – vamos a buscar a una ... amiga – aclaró

- ¿Humana? – inquirió cruzándose de brazos

- Si, ¿Sabes por dónde se fue? – preguntó con cierta desconfianza el de cabellos plata

- Vengan conmigo, creo que les puedo guiar hasta ella – propuso con una sonrisa, extendiendo sus brazos

- No tenemos otra elección, nos perderíamos – recordó el castaño al notar que su contrario se iba a negar

Y a regañadientes aceptó, el de mata azul agarró a ambos jóvenes por la cintura, incomodándolos un poco, para después empezar a volar


Creatures [Editando]Where stories live. Discover now