Reyes de Hogwarts -Dramione

El final del baile

Hermione P.V.O

–¡NO! –Estallé en llanto y empujé a Theodore.

Theodore se reincorporo al instante y se me quedo viendo.

–No te entiendo, Hermione –Me dijo después de unos segundos–. Me acabas de decir que yo soy la persona que necesitabas...y ahora...¿me apartas?

–Déjame sola.

–¡No! –Gritó–. Te juro que si me voy esta vez va a ser para siempre.

–¡Pues hazlo, desaparece de mi vida! –También grite–. ¡Vete de una vez, no quiero saber más de ti! ¡Estoy harta de todo esto Theodore!

–¿Harta de qué? –Los ojos de Theodore brillaban, parecía que se iba a poner a llorar–. ¿Tú estás harta? ¡No, yo estoy harto de todo esto! ¡Estoy harto de que no te des cuenta de las cosas! ¡Te apuesto que mañana mismo Draco y tú se reconciliaran y harán como que nada paso, pero después volverán a pelearse y la historia se repetirá una y otra vez!

–¡Ese es mi problema! –Me defendí–. ¡Deja de querer meterte en mi vida, Theodore! Tu y yo no somos ni seremos nada.

–Y la puta razón es Draco ¿no? –Dijo dolido–. Porque a él lo amas y a mí no.

–Lo amo –Dije–. Pero aprenderé a dejar de amarlo.

Theodore abrió los ojos, como si estuviera sorprendido.

–¿Dejar de amarlo?

Me levanté y camine hacia el castillo, estaba cansada y necesitaba dormir. Theodore se levantó también y volteé a verlo.

–Espero que sea la última vez que te vea –Le dije.

–¿Eso es lo que quieres?

Asentí con la cabeza.

–Bien...–Dijo–. Sabes, aunque me estés rechazando por milésima vez...estoy feliz de que ya dejes lo de Draco.

–Te deseo suerte en la vida –Dije.

–No será la última vez que nos veamos –Empezó a caminar a mi lado–. En unos meses el equipo de Quidditch de mi escuela tendrá un partido contra el tuyo. Quería que fuera sorpresa pero por como están las cosas prefiero avisarte con tiempo, y así evitarte un mal momento.

Suspiré.

–Tranquila –Siguió hablando–. Ya no te buscaré.

Los dos seguimos caminando hasta que llegamos al castillo y entramos. No sabía si debía de despedirme de Theodore, un simple "adiós" podía ser suficiente pero ni de eso tenía ganas. Lo único que quería era irme ya a mi habitación.

–¿Quedamos como amigos, entonces? –Me preguntó.

–Por el momento no –Le respondí–. Adiós, Theodore.

Y me fui. Ni siquiera me giré para ver su rostro. 

Draco P.V.O

Cuando terminé de besarme con aquella chica nos miramos a los ojos por unos largos segundos, su mirada era muy tentadora. Esa extraña chica sin duda sabía lo que quería, me sentía tan renacido, tan deseable...tan...

–¡Estúpido! –Kendall me jalaba del traje–. ¡Estúpido, estúpido, estúpido!

–¿Quién es el enano? –Preguntó la chica, mirándolo con asco.