Don't Cry ➳ lrh.

☺ u n o ☺

[Nota de Autor:

Para que conste no soy escritora profesional, así que puede tener uno que otro error ortográfico, por otro lado, fue inspirada en la canción Don't Cry de Guns N' Roses, así que solo sigue leyendo y disfruta de esta historia.

Desde ya, Muchas Gracias].

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Sophie.

— ¡Sophie ve a cuidar a tu hermano! —Escuche gritar a mi madre desde la planta baja de la casa.

— ¡Ya voy! —Grite, cerré el computador y acomode mi cabello caminando escaleras abajo.

— ¿Dónde está? —Pregunte al llegar a la sala.

—Afuera.

Suspire y Salí fuera de la casa, observe hacia ambos lados y encontré a mi hermano jugando con sus muñecos sobre la hierba.

Me acerque a él y me senté a un costado de este.

Tenía que cuidar que mi hermano no saliera a la calle, tiene 9 años y tengo que seguir cuidándolo.

—No tienes que cuidarme, puedo cuidarme solo —Aclaro.

Reí a carcajadas.

—Como si la vida fuera tan fácil, enano.

—Enserio lo digo.

Levante mis brazos en defensa.

—No es mi culpa, díselo a Mamá.

Suspire y estire mis piernas en la fresca hierba, me aburría, literal, estar en casa era lo que me aburría.

No tenía vecinos, bueno, si los tenia, pero ninguno cercano a mi edad, eran solo personas mayores de edad.

La casa de alado estaba en venta, pero hace dos años ninguna persona se ha acercado a ella como para comprarla.

Tenía amigos, pero ni siquiera Vivian cerca cómo ir a verlos, ni siquiera yo tenía un auto propio, no tenía nada, solo mi vida y mi hermano menor.

— ¿Puedes poner algo de música? —Pidió mi hermano.

—A ti no te gusta la música de mis bandas.

—No importa, pon algo de todos modos.

Gruñí y retire el celular de mi bolsillo, busque entre las pistas y apreté Guns N' Roses – Patience, necesitaba tranquilidad en este momento.

...

— ¿Entraste todas tus cosas? —Le pregunte a mi hermano mientras entraba cargado con sus peluches.

—Si.

— ¿Necesitas ayuda?

—No.

—Como quieras...

Luke.

Nueva ciudad, nueva vida.

Estaba harto de Sídney, así que mi padre dejo el Alcohol a un lado y decidió que nos mudáramos a Pittsburgh, según escuche era un lugar mucho más tranquilo, supongo que podre hacer nuevos amigos, ¿No?

Mi padre era el Alcohólico más despreciables de todos los años, pero era mi padre.

No podía hacer nada al respecto, no tenía ni idea de que hacer.

Odiaba que me gritara, que me excuse de lo infeliz que es su vida.

Y no tengo nada que ver que él se emborrache y se crea la gran cosa en este mundo.

...

—Esta casa está bien, ¿No lo crees hijo?

—Si, como sea.

Mi padre sonrió y entro a la casa, con algunas cajas cargadas en sus brazos, chasquee y volví a la camioneta, bajando mis cosas, coloque mi mochila a mis hombros y entre.

Era pequeña, pero linda.

Nos bastaba, ya que solamente viviríamos dos aquí dentro.

—Yo ya elegí la mejor habitación —Río— A ti te toca la de la ventana.

—Genial... —Susurre subiendo escaleras arriba en busca de mi habitación.

Abrí la puerta, Mmm, no estaba tan mal que digamos.

Era pequeña, pero la hacía más vistosa el ventanal que conservaba.

Deje las cosas a un costado y me acerque a la ventana, abriéndola y dejando ver un pequeño balcón que conservaba.

Al menos me acostumbraría.

Retire mi celular y puse algo de música.

Ordene cada una de mis cosas en cada lugar y pegue mis papeles en las paredes, ya saben... De mis bandas favoritas.

Me olvidaba de algo...

Salí y pegue en la puerta mi típico cartel "No molestar".

Dudo que a mi padre le importe ese letrero.

...

Me tire a mi cama y coloque una mano en mi pecho, suspire y pensaba en lo que sería ahora en adelante mi vida.

Escuela nueva, amigos nuevos, vida nueva.

Espero que salga todo mejor de lo que me imagino, y que mi padre deje de beber.

...

Baje escaleras abajo y lo único que encontré fue a mi padre con dos botellas de alcohol en sus manos.

Demonios...

— ¡Papa! —Le grite.

— ¿Qué rayos quieres, Luke?

— ¡Que te eh dicho!

Me acerque hasta él lo suficiente y le quite de un sacudón las dos botellas, me dirigí a la cocina y las volqué dentro del lava platos.

Mala idea...

Lo único que recibí fue un puñetazo de su parte.

Levante mi rostro y sentí como la sangre corría por mi labio, este se acercó y caso fuertemente mi cuello.

— ¿Qué te eh dicho? ¡No te metas en lo mío!

Trate de zafarme y le pegue un puñetazo en su rostro, cuando me soltó, corrí lo más rápido y me encerré en mi habitación.

— ¡Por más que te encierres, no escaparas! —Lo escuche gritarme desde el otro lado.

Suspire y me dirigí a la ventana, la abrí y la cerré, me senté en el balcón y solloce, tenía ganas de llorar, y no podía hacer nada al respecto.

Escuche un ruido, pero ni siquiera me importo.

—Mmm... Hey... —Escuche hablar a alguien.

Levante mi vista y pude ver a una chica sentada en el borde de su ventana, se ve que vivía alado de nuestra casa, y su ventana daba con la mía, me observaba preocupada y en busca de una respuesta.

—Yo... Hola —Trate de sonar calmado, limpie mi cara rápido para que no se diera cuenta.

—No tienes que ocultarte, te escuche llorar —Trato de sonreír, pero más bien salió una mueca de sus labios.

—No importa —Trate de evadir el tema.

—Si, me preocupaste por un momento, ¿Qué sucede?

—Es... Mi padre.

—Oh...

—Ya, no importa... ¿Cómo te llamas? —Pregunte.

—Shopie Clinton, ¿Tu?

—Luke Hemmings.

—Bueno, un gusto Luke, cualquier cosa, solamente toca mi ventana.

...