001: Cosas por arreglar.

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Ha pasado ya una semana desde lo que pasó, ese tiempo he estado en el hospital. Es estresante. El Coronel no lo he visto desde la mañana, hemos compartido habitación para que nos protejan, pero no hemos hablado mucho desde lo que pasó. Sin embargo alguien tocó la puerta y me sacó de mis pensamientos.

– ¿Riza? –habló una mujer. ¡Has despertado! –se sentó a mi lado mientras me miraba con una gran sonrisa. Hey, ¿Cómo está ese cuello?

Es fácil saber quién era, mi amiga Rebeca.

Cierto, mi cuello –pensé mientras lo tocaba suavemente, y pensar que un tipo me lo cortó con una espada. Vaya final.

–Hola Rebeca. –saludé con una sonrisa. Esta mejor, mucho mejor que hace un par de horas. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el Coronel? –cuestioné mientras me acomodaba en la cama.

¿Me preocupa que no esté? Quizá estaré delirando por tanto medicamento. Sí, eso debe ser.

–Bueno, lo que supe es que está en el comando central. Creo que está con el General Grumman –respondió. A lo mejor está algo optimista, ya que debido a su ceguer...

Fuimos interrumpidas por el toque de la puerta.

– ¿Ahora que querrán? –suspiró algo molesta mientras abría la puerta. Para nuestra sorpresa era Breda, Havoc, Kain y Falman.

– ¡Hey chicos! ¿Qué los trae por aquí? Se sentaron cerca de mí, todos estaban con una gran sonrisa en su rostro. Era agradable verlos y estar todos juntos de nuevo.

–Bueno, supimos lo que te pasó, teníamos que venir a verte –respondió Havoc. Además dijeron que viniera a Central por algo, ¿Ahora si me dirán? –preguntó dirigiendo su mirada hacia sus compañeros de forma molesta.

Oh calma amigo, eso no será aún –dijo Breda, guiñando el ojo a Kein.

– ¡T-tienes razón Breda! –respondió nervioso Kain.

–Los extrañe muchachos, gracias por venir a verme.

Durante ese tiempo que todos reíamos, contamos todo lo sucedido antes del Día Prometido, como habían estado las cosas desde que nos separaron. Una que otra anécdota era divertida.

–Teniente, y ¿dónde está el Coronel?

Y tenía que preguntar. Observé a mis compañeros un breve momento, no sabía que responderles.

–Estaba contándole a Riza que el Coronel está en el comando Central, debe estar con el General Grumman –respondió Rebeca.

–Oh vaya, no lo hemos visto desde lo que le pasó. Teniente, ¿sabe que le pasó realmente? –preguntó Havoc

Una de las preguntas las cuales no tenía ninguna respuesta, tanto como ellos quisiera saber que le pasó al Coronel.

–Desearía poder saberlo –dije, sin dar más explicaciones.
Quisiera saberlo, pero hablar con el Coronel desde lo que pasó es una tarea muy difícil.

–Bueno, nosotros debemos irnos ya. –soltó Breda mientras se levantaba de su asiento. Espero que mejores pronto Teniente –Dicen los chicos al unísono.

–Gracias chicos. –respondo con una sonrisa.

La verdad, quiero ir con ellos, necesito ver al Coronel, saber cómo está. Solo debo proteger al Coronel. Y fallé, ahora debería estar ahí, cuidándolo de cualquier cosa. Está decidido, iré con ellos.

–O-oye, calma Riza, no te han dado alta para que puedas irte –dijo Rebeca mientras trataba de volverme a acostar, sé que está preocupada, pero no tengo opción.

–He estado una semana aquí, somos los subordinados del Coronel Mustang. Todos tenemos que estar ahí –respondo seriamente y comienzo a buscar mi uniforme.

–Bueno que va, ve con el Coronel, te necesita, no lo abandones –me coloqué mi uniforme– Sé que lo amas.

¿¡Cree que amo al Coronel!? ¿Cómo puede pensar eso de mí?

– ¿¡Por qué lo dices?! –no pude evitar no sonrojarme. Eso no es verdad Rebeca, solo debo protegerlo.

Rebeca rió.

–Riza, sé que lo amas, no lo niegues. El también te ama, ¿no lo crees? –se levantó de la silla– y, ¡vamos! ¡Al menos tienes a alguien! Yo no –terminó y bajó la mirada con una sonrisa triste.

No puedo creer lo que está diciendo. ¿Yo amar al Coronel? Bueno, hemos pasado juntos muchos años... ¡pero no significa que nos amemos! Aún recuerdo cuando nos conocimos, era pequeña, tal vez tenía unos 10 años y el 15. Era el aprendiz de mi padre...

–Bueno Riza, debo irme, ¡suerte con el Coronel! –dijo, y se fue.

¿Qué debería hacer? No, no te cuestiones Riza. Ve al comando Central con tus compañeros.

Fue un problema grande intentar salir del hospital pero al final me dieron el alta para irme. Pasé rápidamente a mi apartamento y miren a nada menos quien estaba.

– ¡Black Hayate! –solté con una sonrisa, emocionada. El se acercó a mí y me lamió la mano. – ¿Cómo has estado amigo? Es increíble que estés bien después de una semana. Acaricié a Black Hayate un rato más y noto que el apartamento está desordenado, no tuve tiempo de ordenar así que ahora debería empezar a arreglar algo.

–Bueno, eso estará bien por ahora –suspiré tratando de acomodar una caja.

Vamos, vamos, sube un poco más.

Es difícil siendo tan pequeña de estatura, no podría decir que eso me fue bien. Black Hayate escuchó el ruido que causé al caer y me lamió la mano para que me calmara. Solo reí y me levante un poco adolorida, hasta que vi una foto.

Todos estábamos ahí, Kain, Falman, Greda, Havoc el Coronel y yo. Esos tiempos. Recién estaba empezando a trabajar con ellos y mi trabajo principal de proteger al Coronel.

Creo que este será un buen día para todos.

Angel With A Shotgun [RoyAi]Where stories live. Discover now