Dante, un muchacho taciturno y rebelde, solía despertarse todas las noches, a la misma hora, para realizar un mismo ritual que llevaba practicando los últimos tres años; el cual consistía en observar detenidamente cada una de las fotografías pegadas a su pared —veintidós en total—, y rememorar los buenos momentos que compartió con las más de veinte personas retratadas. Una en especial era su favorita, aquella donde una adolescente guapa sonreía hacia la cámara. Farrah, ese era su nombre. Seis simples letras que se clavaron hasta lo más profundo del corazón de Dante, o Mistake como le gustaba que lo llamaran.
Desde pequeño siempre escuchó el mismo adjetivo, una y otra vez, hasta quedarse grabado en su subconsciente: fracasado. Sus padres difuntos, su hermana mayor desaparecida y su abuela paralítica, fueron los primeros en atosigar a Dante por su extraña actitud. Lo que ellos nunca supieron, o no quisieron ver, fue que el pequeño Mistake sufría de un terrible trastorno.
Para librarse el mayor tiempo posible de él, sus padres lo inscribieron a actividades extracurriculares, tales como fotografía, costura, repostería, entre otros. Pero cada uno de los talleres siempre terminaba en el mismo resultado: desastre. Dante era incapaz de controlar su irritabilidad hacia los demás compañeros. Sin embargo, una luz llegó a su vida... Una chica tan perfecta que podía, inclusive, transformar un error como Dante a un hermoso milagro.
Farrah Aragón.
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Antítesis del corazón
Short StoryDante estaba sumergido en la oscuridad luego de vivir con una tormentosa familia. No sabía cómo escapar de él mismo y de los trastornos que lo persiguieron durante toda su vida; sin embargo, en uno de los tantos talleres a los que asistía, conoció...
