Presage (Haunted II)

Introduccion

PRESAGE

(HAUNTED PARTE II)

Introducción.

La vida se había detenido para todos, los días pasaban, pero el tiempo parecía estancado. La casa de los Weasley permanecía siempre llena, los chicos se mantenían alejados, pensando y manteniéndose alertas para cualquier problema, algunos más que otros. Con la liberación de Lucius, los Malfoy sentían el agua hasta el cuello. Elegir. Todo se trataba de elecciones y Draco tenía clara la suya, pero, ¿arriesgaría a sus padres y su fortuna, además del renombre de su apellido por aquello que había aprendido era lo correcto?

Su corazón desbocado daba la sensación de riesgo que tanto le encantaba, la adrenalina corría por sus venas y es que, ¿cuánto tiempo más les quedaba para estar juntos? Mordió con dulzura su labio, poniéndola encima de si con un simple giro. Escuchaba su respiración y la de ella. Disfrutaba cada momento como ese, eran efímeros, reales, peligrosos, gloriosos y tan secretos para el mundo que hacía que la cima supiera a gloria. Aceleraron el movimiento al unísono sintiendo esa precisa gloria cada vez más cerca. Merlín, realmente la amaba. Cada uno de sus rizos, sus ojos miel, cada milímetro de su piel perfecta, sus sonrojos. Todo llego al punto culminante en sus cuerpos con una última embestida. Ella le sonrió, besando sus labios de una dulce manera, tan distinta a la que ocupaba cuando él hacía que sus hormonas se dispararan.

-te quiero...-susurró Draco, mientras se recostaba a su lado y le besaba la frente.

-también te quiero.-se sonrojo Hermione mirándolo a los ojos.

-será mejor nos vistamos, cualquiera puede subir.-alertó él, pero no se movió.

-subir pero no entrar, a no ser que nuestra querida ______ te busque.-rio ella, incorporándose suavemente.-no quiero un sermón de ella de nuevo, ¿vienes?-le sonrió con picardía poniéndose de pie en dirección al diminuto cuarto de baño en la habitación que ocupaban, Percy, Charly y Draco.

-me encantaría.-se mordió un labio el rubio, sintiendo el común calor en su cuerpo regresar de a poco, hasta encontrarse con su novia en la regadera.

-mierda...-susurró de nuevo algo molesta.

-tranquila cariño, solo es cuestión de practica.-repetía la rubia mujer a su lado. Práctica, lo de siempre. Cuanto tardaría en lograrlo, lo había logrado una vez, por qué no hacerlo de nuevo, solo una vez más se rogaba a sí misma.

-es una parte de ti que duerme dentro _____, no debes forzarla a salir.-insistía Lupin, como cada tarde desde que el verano inició y los adultos supieron que ella lo había logrado. Se sentía acosada, cansada y harta de los mismos consejos.

-¿forzarla?-la voz ronca de ojo loco la hizo mirarlo. Era de las pocas personas que le entendían realmente.- ella viene de una familia de magia poderosa que combinada con los genes de su padre y sus abuelos debería tener esa parte más que despierta.-gruñó de mal humor.

-tomate diez minutos...-la dulce voz de su tía la hizo mirar a la puerta, se veía cansada y algo vieja. Ella asintió.-feliz cumpleaños princesa...-sonrió de lado acercándose para abrazarla, ella recibió a su tía con todo el cariño que le quedaba sonriéndole tranquila.-estoy segura de que a tu abuelo le molestaría el luto que ambas llevan.-recalcó la mujer mirando a Ariana y a _____.

Pero era inevitable, todo el mundo lo sabía, Albus Dumbledore era y siempre sería más que el mejor director de Hogwarts para todos en esa casa, siempre sería parte fundamental en su vida y en su corazón siempre habría un hueco vacío, desde ese día en la torre de astronomía.