Treinta y nueve

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Casi se cumple un mes de que no actualizo y volví. Bien, primero dije que por las vacaciones seguramente actualizaría mas seguido, luego que la iba a detener, luego que había y vuelto, después la abandone de vuelta y ahora vuelvo ¿La lección? NUNCA ME CREAN.

Nos habiamos quedado en que Maia despierta de su coma, por si no recuerrrrdan. Comencemos...

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Martes por la mañana, había humedad en la ciudad lo que hacia que el pelo de Maia este incontrolable. Tomó una liga de la mesa de noche del hospital, se hizo un chongo (rodete), y encendió la Tv mientras la enfermera depositaba una pequeña mesa con su asqueroso desayuno. Galletas, un café pasado de agua y un jugo de naranja en mismo estado. No entendía porque los hospitales se empeñaban en hacer las comidas mas asquerosas que pudieras imaginar. Deberian tener un cartel en su puerta, algo como "Hey! La comida es un asco, intenta no vomitar y ganaras un premio!", eso seria cool. La enfermera la saco de sus pensamientos

- ¿Desea algo mas?

- No - dijo seca.

Los hospitales, los detestaba. Las mañanas, las odiaba. La humedad, le daba mal humor. No era el mejor de los días para ella, sumado el hecho de que ya llevaba despierta dos semanas y no habia salido de ese aburrido cuarto.

Alguien toco la puerta, y sin avisar entró.

-¿Puedo pasar?

-Estas adentro, tarado

-Tambien te quiero - dijo Jack cerrando la puerta - te traje esto...

Saco de su espalda un chocolate, y un ramo de flores.

-Gracias, tenia hambre - dijo tomando el chocolate.

-Estos desayunos son una mierda, permiteme. - dijo sacando la mesita que la enfermera habia puesto sobre ella.

-Gracias, otra vez - desenvolvio el chocolate - ¿A que debo tanta demostracion de cariño?

-A que te quiero

-Eso lo sabia

- Te quiero mucho - se sento a un lado de la camilla

-Yo tambien te quiero, pequeño tonto

Jack sintio cosquillas en su estomago, su corazon latia fuerte, queria decirle todo lo que sentia. Era hora. Ya no podia guardar esto, y escribir estupidas cartas en papeles o mensajes que ella no leeria jamas, ya no servia.

- ¿Maia...?

-¿Mh? - dijo con la boca llena de chocolate

- Necesito contarte algo

...

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Tal vez le diga, tal vez no

¿Que deberia hacer?

Compartan, voten y esas paparruchadas que ya saben. Las quiere: Emme

Mi Nuevo Hermano || DETENIDAWhere stories live. Discover now