He's Dylen

362 32 8
                                    

-¿Algo de beber para la resaca?

Lanza una mirada detrás de su gran taza de café sentado en el comedor. Pareciera que le parece divertida la situación.

-Meh...-Me encojo de hombros despreocupada-. Tan tomada no estaba, pero decido aceptarte lo que sea que estés tomando.

Me muestra un gesto burlesco y al final ríe.
Camina hacia la cocina para tomar la cafetera y servirme un poco en una taza, luego me la ofrece cuidando la distancia entre nosotros .

Qué bien, alguien que no gusta tener contacto físico conmigo.

-Supongo no eres una chica que planea quedarse un día más ¿quieres que te lleve a tu casa o puedo pedirte un uber?-Vuelve a sentarse en la silla que se encontraba y sigue bebiendo de su taza. Yo continuo parada viéndolo desde lejos.

-Un uber está bien, no necesito que sepas donde vivo-Doy un sorbo a mi café y suspiro.

Dios mío, pero qué delicia, ojalá los hombres me supieran tan bien como este café cargado.

-No me importa saber donde vives-Menciona indiferente y se levanta a dejar su taza vacía en el fregadero. Su respuesta me toma por sorpresa.

Oh.

Doy otro sorbo a mi bebida disimulando así mi inesperada reacción.

-No lo digo por ti, sino por tu amigo-Señalo escaleras arriba. Seguramente el chico se encontraba en el quinto sueño, estaba borrachísimo la noche anterior.

-No es mi amigo.

Ahora tiene un rostro serio, su boca forma una línea recta y se muestra, hasta podría asegurarlo, un poco enojado. Voltea hacia su celular y comienza a pedir el auto, o al menos eso supongo.

-Bien.

Es todo lo que digo. Le menciono mi dirección y termino de tomarme mi café. Procedo a esperar y en cuanto escucho mencionar que se encuentra cerca, me encamino a la puerta.

-Gracias-Le digo, y él asiente-. Si tu no amigo pregunta por mí...nunca me viste.

Deposita una mano en su pecho haciendo parecer que me promete el favor que le acabo de pedir.

Dirijo mi mirada hacia el frente y suspiro un poco cansada.

Al final viajo cómoda a mi casa sin saber lo que empezaría a desencadenar esa insignificante escena.

Desde ese día todo cambió, y no para bien.

-El amor en exceso se vuelve una enfermiza obsesión, muchos dicen que el amor no es suficiente, pero también a veces es demasiado.

Si miran alguna falta ortográfica me ayudarían muchísimo comentando en ella.

También me gusta mucho leer sus comentarios y opiniones (:

HE'S DYLEN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora