Capítulo I

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A Melody...

Sus dedos se encogieron sobre la mesa de madera y su cabeza resintió la dureza del material bajo ella haciéndolo abrir los ojos. Se levantó con pesadez y se dejó ir hacia atrás en su silla acoginada provocando que esta se desplazara un poco hacia atrás gracias a las pequeñas ruedas en ella. Se talló los ojos y luego se frotó la cara, volteando luego hacia su reloj de pared que marcaba las seis de la tarde, torció la boca y suspiró...

-Se me ha ido el día de nuevo...
Sonrió con un ligero aire de ironía y extendió la mano hacia el escritorio que se había convertido en el lugar recurrente de sus siestas y tomó la pluma entre sus dedos, mirando casi con rencor la hoja en blanco junto a ella... La mente seguía en blanco.
-¿Qué te pasa, Yixing?-. Se preguntó mientras se presionaba el entrecejo con el índice y pulgar para luego levantarse de su lugar totalmente frustrado y dirigirse a la cama, donde se dejó caer boca arriba, como si buscara respuestas en el techo blanco de su habitación, elevó la mano y empezó a dibujar en el aire con su dedo índice, se giró en la cama y se encogió un poco, suspiró, torció la boca una vez más y se puso de pie. No podía seguir encerrado, necesitaba aire fresco.

El frío se coló hasta sus huesos a través del largo abrigo color negro e incluso de la bufanda, Yixing se encogió dentro de sus ropas y avanzó sin dudar por las nevadas calles de China, sintiéndose extrañamente reconfortado con el clima en ese momento. El frío lo hizo reaccionar y despertar un poco mientras caminaba. Finalmente llegó a esa pequeña alameda que tanto le gustaba por ser tan tranquila, por tener siempre tan poca gente. Buscó la banca de siempre y se sentó en ella. Metió las manos enguantadas en los bolsillos de su abrigo y exhaló, admirando como un niño el vapor que salía de entre sus labios, luego contempló todo a su alrededor, toda esa quietud... Se quedó pensando en el momento que estaba atravesando, sonriendo al recordar que había sido en ese mismo lugar donde su carrera había tomado su rumbo... El rumbo que ahora sentía haber perdido.

Era verano, el sol brillaba en lo más alto y un Yixing lleno de ilusiones y nervios estaba sentado en una banca, esperando por su cita... Presionó con ansiedad el block entre sus manos hasta que una sonriente chica lo saludó agitando la mano. Él hizo una reverencia y ella se presentó.
-Hola, yo soy Victoria-. Dijo sonriendo y el hombre con ella le extendió la mano para estrecharla. -Él es mi representante, Han Geng, le insistí mucho para que vinieramos... ¡Quedé encantada con tu trabajo!-. Dijo ella entusiasmada y sonriente, contagiando al menor frente a ella que dejó ver un par de hoyuelos en sus mejillas al sonreír.
-Muchas gracias, yo... Estoy contento de que alguien viera mis composiciones...
Victoria sonrió al que le pareció un niño encantador, por que, en realidad, eso era:
Yixing tenía tan solo 19 años y un talento increíble para esa edad. Luego de ese día vinieron muchas negociaciones y una brillante carrera como compositor para el jóven Zhang Yixing no tardó en aparecer...

El pelinegro casi se rió al recordar la amplia sonrisa de la que se había convertido en una gran amiga suya y cuya carrera había despegado casi al mismo ritmo que la de él, aún más desde que comenzaron a trabajar juntos. Se llenó de orgullo y repasó mentalmente a todos los que habían buscado sus composiciones después de Victoria, como se había vuelto tan popular tras bambalinas... Pero luego esa sonrisa se le borró de la cara, o mejor dicho, se transformó en un gesto que reflejaba frustación... Tenía más de cinco meses sin componer nada, ni una letra, ni una melodía... Nada llegaba a la creativa cabeza que todos le elogiaban. Echó esta misma para atrás, sintiendo de pronto más frío colarse por su cuello, haciéndolo estremecer. Sonrió ante esta sensación, hasta que de pronto un pequeño alboroto lo hizo salir de sus pensamientos. Enderezó la cabeza casi con mal humor y vio a un grupo de personas no mucho menores a sus 25 años, iban ríendo y bromeando dentro de sus grandes abrigos; todos ellos usaban bufandas idénticas con un escudo escolar que el compositor reconoció en seguida: la Escuela de Artes y Música Contemporánea de Beijing. Ladeó la cabeza por un momento, pero decidió ignorarlos luego y tratar de regresar a su línea de pensamiento; y lo habría logrado de no ser porque el pintoresco grupo se detuvo en una pequeña fuente cercana y un breve diálogo llamó su atención...
-Vamos Byun, esa canción te sale mejor que a nadie...- comentó un chico pelinegro sacudiendo un poco del abrigo a un segundo.
-No es así, deja de bromear-. Respondió el castaño en un chino algo lento y torpe mientras se safaba del agarre y se acomodaba su prenda.
-Anda, canta sólo una estrofa-. Suplicó en un tono casi meloso una chica bajita junto suyo, él sonrió y negó con la cabeza antes de pensarlo una vez más para luego carraspear y empezar a entonar una canción. Yixing la conocía muy bien puesto que era suya, suya y de Victoria... Y en el momento en que el jóven Byun comenzó a cantar, se incorporó totalmente, sus ojos se abrieron como platos y su corazón se agitó... La voz era suave, pero fuerte; dulce, pero imponente; tan tranquilizante como estremecedora... De pronto el pequeño castaño detuvo su canción y se asomó en su rostro un ligero sonrojo, Yixing sonrió un poco, impresionado con la voz del estudiante, mientras sacaba su móvil y buscaba un número en particular; sin embargo se detuvo al escuchar el alboroto que causaban el resto de los jóvenes en la fuente una vez más...
-¡Yah! Byun Baekhyun, ¡debías terminarla!
El castaño se rió un poco y negó con la cabeza.
-Será después Mei-. Dijo a la chica y ella formó una muequilla. -Vayamos a casa, está helando aquí-. Comentó y todos de acuerdo tomaron camino una vez más entre risas.
Yixing, decidió no marcar el número que buscaba, en cambio, abrió las notas del móvil y simplemente anotó: Byun Baekhyun, Escuela de Artes y Música Contemporánea de Beijing.
Guardó el móvil, sonrió y se puso de pie para ir a casa nuevamente; sin embargo, en medio de su caminata se detuvo en seco de pronto, abrió mucho los ojos y de la nada comenzó a reír en mitad de la calle, bajó la cabeza un momento y luego comenzó a silbar. Era una melodía que nunca había escuchado, pero que le resultó absolutamente familiar... Era suya.
Metió la mano en su bolsillo y revisó el móvil en la nota que acaba de guardar. Tenía que ver una vez más a Byun Baekhyun.

[...]

La música se detuvo y Baekhyun abrió los ojos despacio, como si acabara de salir de alguna especie de transe. Se pasó una mano por el cabello y le tomó unos segundos regresar, hasta que de la portátil sobre el piano se escucharon aplausos y bullas. Baekhyun la tomó entre risas y se sentó en el suelo con la computadora sobre las piernas...
-¿Crees que he mejorado?-. Preguntó con un leve sonrojo en sus mejillas.
-No es como que necesitaras mejorar demasiado-. Comentó sonriendo el chico de la pantalla.
-¡yah! Park Chanyeol, vas a hacer que me confíe, y debo ensayar mucho aún.
-Uhm.. Sólo no te quedes sin voz, por cierto, mamá pregunta cuando vendrás de visita a Corea, se la pasa preguntando por ti con tus padres..
Baekhyun rió y se rascó la nuca como pensando.
-No lo sé, supongo que iré en las próximas vacaciones, este invierno hay un montón de eventos en los que quiero participar. Saluda mucho a tu madre~
Chanyeol soltó una risotada y Baekhyun ladeó la cabeza.
-De pronto hablas tan formal conmigo que se siente raro, Byun Baekhyun, no te olvides de tu mejor amigo ¿está bien?..
Baekhyun comprendió y se soltó a reír...
-Pequeño idiota, por supuesto que no... Ahora debo irme, creo que soy el único en la escuela..
-Cuidate Baek...
El castaño asintió y cerró la portatil sobre sus piernas, se le escapó una risita al recordar una vez más la conversación y las carcajadas de su amigo, dejó salir un suspiro y guardó sus cosas para irse a casa.
Al salir de la escuela resintió el frío en su rostro y en sus manos sin enguantar. Guardó estas en sus bolsillos y al mirar al frente para atravesar la calle, sus ojos se abrieron mucho y sintió sus mejillas calentarse... Ahí estaba ese chico otra vez. El del parque...

Como siempre al cantar, Baekhyun cerró los ojos. Escuchando tan solo los murmullos de sus compañeros y algunas expresiones de asombro entre ellos. Sonrió en medio de su canción y al abrir los ojos pudo ver por encima de las cabezas de sus amigos a un hombre no mucho mayor que sus 22 años, lo miraba fijamente y parecía sorprendido. Era hermoso: con su piel blanca y el cabello negro. No parecía demasiado alto, pero las ropas que llevaba lo hacían ver sumamente importante. Los ojos adormilados mostrando sorpresa le resultaron simpáticos y dos hoyuelos adornaban sus mejillas cuando sonrió. Baekhyun se sonrojó y sintió que se le iría la voz, así que se detuvo...

Tragó saliva antes de mirar con discimulo su reloj... Las 8:35 pm, se mordió el labio ansioso y respiró profundo.
-Vamos, Baekhyun, no puedes quedarte aquí toda la noche-. Murmuró para sí en su perfecto coreano y respiró profundo. -No puede estar aquí por mi, ¿o sí?-. Se dijo una vez más y cruzó la calle con renovada confianza, decidido a seguir su camino sin mirar siquiera al desconocido; sin embargo al avanzar en la dirección contraria, oyó pasos detrás suyo y luego sintió una mano en su hombro, sobresaltándose en seguida...
-Lo... Lo siento, no quería espantarte..
Baekhyun se puso de mil colores al ver al desconocido del parque frente a él.
-No... No te preocupes...- respondió nervioso en ese idioma tan complicado para él mientras agitaba la cabeza, provocando una sonrisa en el pelinegro, quien sacó su cartera y le entregó una tarjeta...
-Te escuché cantar hace un par de días, me gustaría hablar contigo...
Baekhyun ladeó la cabeza y recibió la tarjeta sin mirar, pero ante la sonrisa del contrario, no tuvo más que asentir y devolver el gesto...
-Gracias... Yo... Yo lo pensaré-.
Yixing volvió a sonreír y extendió su mano, Baekhyun se lo pensó un momento, pero al final estrechó la mano del más alto e hizo una ligera reverencia..
-Nos veremos entonces, Baekhyun-. Se despidió el mayor e hizo una reverencia, para luego girar sobre sus talones y alejarse con rumbo a su casa sin dar tiempo siquiera a que el menor preguntara cómo es que sabía su nombre; pero a Baekhyun eso no le importó, seguía encantado por la presencia del pelinegro, sintió una vez más sus mejillas calentarse y con cierto nerviosismo miró por fin la tarjeta entre sus manos...

Zhang Yixing
Compositor
1209100711

Los ojos casi se le salen y enseguida su corazón latió con fuerza... Zhang Yixing, ¿el compositor del que tanto hablaban en su escuela? ¿En serio había estado frente a él? Y no sólo eso, quería hablar con él luego de oírlo cantar... Y ¡joder! Era endemoniadamente guapo. Nunca lo imaginó así, siempre había imaginado al compositor como una especie de nerd... Se volvió a sonrojar y se le formó una sonrisita casi estúpida en la cara, guardó con recelo la tarjeta y se prometió llamarle al día siguiente, ¡Dios! ¡Tenía que contárselo a todos!


Bueno, pues eso es todo, pronto subiré la sig. parte. Yo sé que es una pareja un tanto extraña, pero los amo de verdad haha... Además, el otro día traté de buscar algo de ellos y nada u.u, si alguien tiene algo de ellos, se los agradeceré. Espero que les haya gustado y leerles pronto ^^

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