Divergente (Fanfic Eric, Peter y tu)

Capítulo 7- Un medio corazón roto y una confesión

-Digamos que por algo construyeron la valla-respondió Cuatro.

-¿Estas enfadada?- me susurró Peter.

-¿Por qué?- dije sin mirarle.

-Por lo de ayer...-volvió a susurrar.

-Ah...sobre eso...- dije mirando hacía otro lado.

-¿Lo estas?- preguntó.

-No tengo porque estarlo...solo somos dos amigos...lo que paso supongo que fue un accidente...seguro que te resbalaste y pues hiciste lo primero que se te pasó por la cabeza e hiciste eso...supongo...- dije algo nerviosa.

-Oh...si...claro- repitió Peter con la cabeza algo gacha- Si, tienes razón, "resbalé" sin querer y pasó eso...- dijo haciendo comillas en resbalé.

-Entonces... pues nada...todo solucionado¿No?- pregunté.

-Si...supongo...-dijo con algo de tristeza en su voz.

-"Mierda...a que le gusto y yo pensando que no..."-

Le abracé y él correspondió el abrazo, no me gusta ver a la gente que quiero triste.

-¿Estas triste?- pregunté aún abrazándolo.

-No...¿por qué debería estarlo?- dijo, noté como me abrazaba un poco más fuerte, parecía que no quería que se acabara el abrazo.

-No lo se...tu voz suena triste- respondí.

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Volvimos al gimnasio, ahora estábamos practicando el tiro con dagas, cuchillos o como queráis llamarlo.

No acertaba casi ninguna.

-Sin duda...las dagas no son lo tuyo...igual que tampoco es lo tuyo asimilar bromas- dijo Eric- Ves a buscar el cuchillo-

-Eh...-

-Va, rápido, no tenemos todo el día-

Bufé y fui a por el cuchillo más cercano.

-Vuelve a ponerte en tu posición- hice caso- lo sabía, siempre fallas en la misma cosa, la posición- es la segunda vez que me coge de la cintura para ponerme bien- así...perfecto...- se quedó con sus manos en mis caderas durante unos segundos, notaba su respiración en mi cuello.Carraspeó separándose- prueba ahora...- tiré y no le di, ahora mismo estaba demasiado nerviosa.

-Espera, volveré a intentar- cogí otro cuchillo, me coloqué como me dijo y la lancé. esta vez le dio.

-Como decía...siempre fallas en la postura...-dijo sonriendo, y continuó mirando a los demás hasta que llegó a Al-Eso a sido patético- dijo indiferente.

-Se me ha resbalado...-contestó Al.

-¡Pues ve a cogerlo!- dijo Eric autoritario.

-¿Mientras están tirando...?- dijo Al algo asustado.

-¿Te da miedo?- preguntó Eric con burla.

-¿Que me de un cuchillo volador? Sí...- respondió Al obviamente.

-¡Dejad de lanzar!- ordenó Eric- Ponte delante de la diana- Al dudo unos segundos, pero lo hizo.

-Cuatro échame una mano- llamo Eric a Cuatro- Vas a quedarte ahí mientras lanza los cuchillos... y como te vea pestañear...te vas...- tomo aire- una de las cosas que aprenderéis aquí es que las ordenes no son opcionales-

No iba a dejar que le hiciera eso al pobre Al, no tenía derecho.

Cuatro se preparaba para tirar- Eric, por favor, cualquiera puede ponerse delante de una diana, no demostraría nada-

-Entonces no te importara ocupar su sitio- dijo mientras se acercaba a mi.

-¿Crees que me das miedo?- fui hacía donde estaba anteriormente Al, Eric bufó.

-Con las mismas reglas- su voz estaba llena de fastidio. Cuatro lanzó el primer cuchillo, quedó sobre mi hombro derecho, me asusté un poco..."no sobreviviré"...- Oh..venga ya Cuatro...- volvió a lanzar, esta vez quedo más cerca de la cabeza, justamente en el lado izquierdo arriba- puedes...acercarte más...-si esto era una broma de Eric para asustarme...lo pagaría más tarde.

-¿Le cortó un poco el pelo?- preguntó Cuatro burlonamente.

-Si, puede que un poco en los lados- yo alcé las cejas.

-"Mi cara ahora mismo debe ser de chiste..."-

Tiró dando dos o tres dedos más a la derecha de mi cabeza, volvió a tirar rozando la parte izquierda de mi cuello, me cortó.

-Te llevas puntos por valentía, pero no tantos como los que has perdido por abrir la boca- dijo Eric- ándate con cuidado, adiestramos soldados, no rebeldes...- dijo algo enfadado- se acabó por hoy, largo...-finalizó.

Me re-incorporé y fui tras Eric.

-Eres un cabrón ¿Por que has dejado que me cortará?- le dije enfadada.

-¿Por qué no has mantenido tu boca cerrada?- preguntó él- ¿Tienes que contradecirme siempre?- preguntó girándose, se volvía a notar el fastidio en su voz.

-¡No tienes derecho a poner a alguien frente a una diana y decirle que si parpadea se larga!- dije.

-¿Que no tengo derecho...?¡¿Que no tengo derecho?!- dijo el alzando el tono de voz- Tengo derecho, y más , si quiero puedo echarte ahora mismo-

-Pues hazlo...-

-No lo voy a hacer, no por ahora- dijo él, se giró y se fue por unos pasillos.

-¡Eric no hemos acabado de hablar!- grité persiguiéndole-¡Eric!- me estaba haciendo el vacío.

Lo seguí, vi que entraba por una puerta, fui corriendo y antes de que la cerrará, empujé la puerta entrando y la cerré de un portazo.

-¡¿Por qué me haces el vacío?!- pregunté, él me daba las espaldas-¡Eric, por favor! ¡¿Por qué eres así conmigo?! Estas bien y de repente...¿Me odias?-dije al borde de llorar por la prepotencia que me daba la situación.

Me acerqué a él quedando cara a cara.

-¡Contéstame joder!- dije empujándole mientras brotaban lagrimas de mis ojos.

Eric levantó la mirada y me tiró hacía atrás cayendo sobre la cama, él se puso encima de manera que no pudiese moverme. Me miró durante unos largos segundos.

-Odio que cada vez que diga algo...no estés de acuerdo...me acuerdo cuando íbamos a erudición juntos...no has cambiado...-dijo él- sigues siendo la chica irritante a la cuál le hacía bromas y de la cuál me enamoré...-después me besó.

-"¡Que alguien me diga que coño esta pasando!"-

Le correspondí el beso, rodeé mis brazos por su cuello, para acercarlo más, y enrollé mis piernas a su cintura.

Empezó a desabrocharme el pantalón pero sin quitármelo, mientras besaba mi cuello, yo le quité la chaqueta y él hizo lo mismo con la mía, volvió a besarme y empezó a bajar del cuello al abdomen, me fue a quitar la camiseta, tirándola hacía arriba y besándome por todo el abdomen.

-Eric...- suspiré- detente...- él me miró confuso- esto no esta bien...- finalicé.

Aparté a Eric para poder levantarme, él se hizo a un lado y yo me abroché el pantalón y me puse la chaqueta.

-Esto a nadie...- dije yo abriendo la puerta.

-A nadie...-dijo él sonriendo.

Cerré la puerta y me quedé apoyada unos segundos hasta que reaccioné.

-Capullo...- me fui con una sonrisa en la cara.