All hope is gone (reseña)

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El verano de Iowa es conocido por el calor y la humedad, con temperaturas durante el día a menudo cercanas a los 32 °C y a veces excediendo los 38 °C, teniendo también una media de 50 días de actividad de tormentas eléctricas por año, pudiendo ser algunas de éstas muy severas, con fuertes vientos y granizo. También es un estado con un riesgo más bien alto de actividad de tornados, con 37 tornados de media por año.

Ése fue el caldo de cultivo que engendró a estos 9 maníacos enmascarados, el resultado se entiende, la crispación encontró carne en estos sujetos para canalizarla en forma de música y conquistar el panorama del Metal contemporáneo.

Pero casi una década ha pasado ya desde aquel natalicio, cuando poco antes de arribar el siglo XXI empezaron a salpicar al mundo de odio con trabajos henchidos de violencia sonora, tales como su oficial debut homónimo, su segundo y más salvaje trabajo Iowa, y aquel tercer volumen Subliminal Verses donde ya se iba notando una evolución y madurez muy significativas. Esa evolución de su sonido ha seguido avanzando por su propia inercia y lógica a través de sus horizontes musicales, trayéndonos este trabajo que nos ocupa, el versátil y sorpresivo All Hope Is Gone, el nuevo álbum de los lunáticos de Iowa... Slipknot.

Entre un estridente gemir de armónicos de guitarra, de fondo surge distorsionado un rotundo manifiesto que enérgico y despótico pone a la Humanidad en su sitio. Predicado por el monstruo Corey Taylor, el texto recuerda al Mundo lo que fue y lo que es desde que cruzó su límite, siendo hoy una orbe de odio consumida por las guerras..execute. es una intro que in crescendo va adecuando tu propio ambiente personal al suyo, sumiéndote en su tensión, oprimiéndote hasta introducirte en su caótico mundo. Poco después, un intrincado y contundente redoble de batería, ejecutado por el gran Joey Jordison, va preparándole el terreno al siguiente tema, el devastadorGematria, donde al completo ya es activada la maquinaria bélica Slipknot en todo su esplendor. "America is the killing name", está ya claro a quién se dirige ese ataque directo, que musical y dialéctico remata lo que empezó con .execute..

Esos nueve que son como uno, como una apisonadora arrasan a sus anchas con todo lo que se les cruza, se ve que pese al tiempo, el grupo no ha perdido un ápice de su odio ni de su memoria de quiénes son, pese a gozar ya de una posición en el panorama que les ha llevado a incluso ganar un Grammy (en el 2006, como'Mejor Performance de Metal'), coronando las cimas de los Billboards hasta materializarse sus trabajos en platino y oro (oro por su directo 9.0 Live). Pero ni la alquimia del estrellato les ha deslumbrado, puesto que sus ideales siguen intactos.

Enfermizo ese rauco siseo de los scratches del demente DJ Sid Wilson, que como un ácido estereofónico disuelve los flancos mientras las gruesas guitarras y el terremoto de parches hacen lo propio que les caracteriza, siendo estos últimos elementos, guitarras y batería, más notorios, más corpóreos que el propio sintetizador o scratch de apoyo, apostando con ello por una naturaleza más metálica, y demostrando queSlipknot no tiene ubicación alguna en ese género llamado Nu Metal. Este grupo es más que eso...

... Pero mucho más, pues una de las más gratas sorpresas que recibe el oyente en este álbum es la inserción de solos de guitarra, y además ejecutados bajo la influencia de la legendaria escuela Thrash en su vertiente más oscura, dando forma a veloces punteos que recuerdan a los míticos ataques del gigante Kerry King deSlayer, por poner un claro ejemplo, aunque también con algún que otro acento de Heavy clásico. También es notorio y digno de ovación el bestial uso del doble bombo y las demás técnicas típicas que definen el Metal más oscuro y extremo, traídas por el hábil Joey Jordison, adentrándonos en momentos que rozan los abruptos terrenos del Grindcore, todo ello con gran técnica y, sobretodo, contundencia.

Trallazo tras trallazo, Sulfur llega sin miramientos con una atronadora base rítmica (más bien sísmica) de doble bombo que hace dudar de a quiénes estamos escuchando realmente, como aquella sorpresa que fue en su tiempo People = Shit, pero pronto se revela como un genuino tema Slipknot, con un buen estribillo melódico que contrasta a buen efecto con el embate gutural del verso. Psychosocial nos hace estremecernos por su firmeza y su técnica, con una sincronización que embelesa a la vez que violenta. Después de un iracundo verso de raíces Hardcore, llega el puente con un registro muy melódico y dinámico, seguido de un conciso y rudo estribillo, buena fórmula para hacer de este tema uno de los más notorios del disco.

Dead Memories nos recuerda 'en sus andares' a los mejores Nirvana, con un estribillo muy pasional que al final cobra una belleza y fuerza abrumadoras al ser empujado por el doble bombo y por un solo de gran sentimiento, una de las sorpresas más gratas del álbum. Vuelve la tralla con Vendetta, con un comienzo de espíritu y saña puramente Black por su grave riff-melodía del comienzo, bordado a presta ráfaga de púa, para luego llegar un verso de estilo y actitud muy rockeros, en una especie de Before I Forget de su 'Subliminal Verses' pero con el carisma y vigoroso desfilar de aquel legendario Children Of The Grave de Black Sabbath. Uno de los temas estrella, sin duda.

Los temas se suceden sin descanso, el ambiguo Butcher's Hook, la densa y sombría parsimonia de Gehenna y su espectro 'Great Southern Trendkill' de Pantera, pero con el extraño aderezo de su enfermizo estribillo; el destructor This Cold Black y su sanguinario duelo de solos, seguido del infierno decibélico de Wherein Lies Continue y su inesperado oasis en el melódico estribillo, uno de los temas donde más limpieza y florituras muestra el cantante.

Pero la piedra preciosa más inesperada en esta oscura mina es Snuff, tema que por su título se cree que va a ser un trallazo de extrema violencia, pero nada más lejos de la realidad, puesto que es todo lo contrario, una balada acústica de gran sentimiento, donde los teclados hacen una labor emocionante de gran psicodelia, con una especie de hammond espectral que revive en ellos el espíritu de los grandes momentos épicos del Rock Progresivo, pero renovado y hermanado con el Rock de hoy. Se agradece ver alma tras las máscaras, aunque como dice esta canción, "El amor es sólo un camuflaje para lo que parece furia otra vez".

Y esa furia vuelve con el tema-título, All Hope Is Gone, que cierra el álbum con la misma cólera que lo abre, cerrando el círculo que mantiene dentro toda la esencia de esta banda, que aunque cambiada, no ha sacrificado nada de lo que son.

Aunque este experimental trabajo a la primera escucha pueda crear confusión respecto al rumbo que ha tomado la banda (comercial o no), en las siguientes escuchas se despeja toda duda, llegando a comprenderlo como un álbum diferente pero no exento de solidez, donde la tralla y la melodía se equilibran en la balanza con escrupulosa equidad. El aumento de tesituras vocales más melódicas con las que se podría acusar al grupo de comerciales, es contrarrestado hábilmente por sus momentos mas agresivos y genuinos, y por esa vista atrás al pasado del Metal extremo, tanto en el tratamiento del doble bombo que maneja Jordison, tan blacker como sus blast beats y tukas, como en ese guiño thrasher ya mencionado también en los solos de guitarra.

Con ello, a la vez que el grupo da un paso adelante en los terrenos del nuevo Metal, recogen al mismo tiempo tras de sí el legado del Metal más clásico dentro de su marco extremo, manteniendo a los dos bandos contentos. Señores, eso sí es evolución, eso sí es llevar al Metal a los sinfines del futuro con todo su patrimonio intacto. Bravo por estos genios de las fértiles llanuras de Iowa, pues de ese estado, ellos 9 son mis tornados preferidos de entre aquellos 37 de media por año.

NOTA : 7/10


SlipKnoTWhere stories live. Discover now