Jesús:Tengo una propuesta que hacerte.
Yo:Te escucho.
Jesús:Vente conmigo.
Yo:¿Cómo?-pregunté confusa.
Jesús:Escapémonos Sami.-me agarra las manos.
Yo:¿Estás loco? No podemos hacer eso...-bajo la mirada.
Jesús:Sí, si que podemos.-agarra mi barbilla para que le mire.
Yo:¿Y tu padre? Se lo prometiste...
Jesús:Es verdad...pero...-suspira.
Yo:Dejalo ¿vale? Tú te quedas con la zorra esa y yo pues...intentaré olvidarte.
Jesús:Joder Sami...
Yo:Me voy porque tu madre nos está mirando y es muy incómodo.
Salgo de allí y él me sigue.
Jesús:Espera.
Me giro y en ese momento me besa, me sorprendo pero al segundo se lo sigo.
Nos separamos y nos mirámos fijamente.
Yo:Ven al hotel conmigo.
Él asiente rápidamente y nos montamos en mi coche.
Llegamos y bajamos, entramos en el hotel y nos subimos en el ascensor.
Jesús me acerca a él y nos volvemos a besar, pero esta vez más apasionadamente. Las puertas del ascensor se abren obligándonos a separnos.
Abro la puerta de la habitación, espero a que él pase y cierro.
Jesús:Estamos solos ¿no?-pregunta cogiéndome de la cintura.
Asiento mordiéndome el labio.
Sonríe y me besa, pongo mi mano en su nuca profundizando más el beso, nuestras húmedas lenguas chocan suavemente, haciendo el beso más apasionado si se puede.
Le quito la camiseta y le acaricio sus bien marcados abdominales. Paro mis manos en el comienzo de su pantalón y se lo desabrocho. Se quita los zapatos y acaba por quitarse él mismo los pantalones.
Jesús:Llevas mucha ropa ¿no?-sonríe quitándome la camiseta.
Yo:Hoy mando yo.-le empujo haciendo que caiga en la cama.
Jesús:¿Qué piensas hacer?-se muerde el labio.
Yo:Tú calla y disfruta.-le guiño un ojo.
Me quito los zapatos junto con los jeans que llevo, quedándome en ropa interior.
Me acerco poco a poco a Jesús, que lo único que hace es comerme con la mirada, me coloco encima suya, sin dejar peso y paso mi lengua por sus carnosos labios.
Jesús:No me hagas sufrir.-susurra acariciando mi barriga.
Yo:Sh.-le beso con lengua mientras me muevo encima suya haciendo que nuestras intimidades rocen.
Él suelta un leve gemido. Sonrío mientras le muerdo el labio tirando un poco de él.
Acaricia mi espalda buscando el broche de mi sujetador. Lo encuentra y lo desabrocha, cuando esta apunto de quitármelo tocan la puerta.
Jesús:Joder, ¿justo ahora?-se queja.
Bufo.
Yo:¿Quién es?-grito.
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