CAPITULO 5

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Todo empezó una lluviosa noche. Yo aburrido fui a mi habitación me metí en la cama, cogí la tablet y busque vídeos de música para pasar el rato.

Sin darme cuenta me quede dormido y no apagué la tablet. Aproximadamente me desperté sobre las tres de la mañana por un fuerte ruido. Y no era sólo el vídeo de New Thang (donde todos iban un poco ligeros de ropa) era la alarma de la casa.

Automáticamente me levanté de la cama, cogí una raqueta de tenis que tenia encima del armario y salí al pasillo.
No me dio tiempo ni a bajar las escaleras. Delante de mi había un hombre, todo cubierto de negro y mojado por la fuerte lluvia que había fuera.
Era bastante más corpulento que yo. Seguramente si le hubiese empujado con todas mis fuerzas ni siquiera se habría movido más de unos centímetros.

El hombre enmascarado me miró fijamente a los ojos y no se inmutó cuando le tire una de mis zapatillas de ir por casa. (Si, me entretení en ponerme las jodidas zapatillas)

El hombre tapaba mi única vía de escape y atacado por el pánico apreté con fuerza la raqueta y le di con todas mis fuerzas en la cabeza mientras está atravesaba la raqueta.

Parecía que lo había dejado fuertemente aturdido. Era mi oportunidad de escapar, le empuje brevemente y sin poder llegar a las escaleras me agarro de la muñeca.
Estaba perdido, otra vez. Esto no podía ser verdad.
Me miró a la cara y me dio un puñetazo, un fuerte dolor recorrió todo mi estómago.
Acto reflejo me levante y de un tirón me libere. Fui corriendo lo más rápido que pude y llegue al lavabo. Era mi única salvación de lo que ese hombre me pudiese hacer. Cerré la puerta con el pestillo arrastre un mueble y lo apoye a la puerta.

No tenía el móvil encima, no podía avisar a nadie. Mi única esperanza era que algún vecino ollera la alarma y llamase a la policía. Unos fuertes golpes hicieron retumbar la puerta y tras unos segundos al otro lado escuche un grito de frustración. Parecía que por fin se había rendido. Sin poder soportarlo el sueño me invadió y me quede dormido.

Mi Pequeña HistoriaWhere stories live. Discover now