Porque ella es única

2

Estoy cansada de llorar, he llorado hasta quedarme sin lágrimas, sin razones por las cuales llorar.

Cada vez que pienso en el, en todo lo que pasamos juntos, incluso en lo que pasamos separados, las lágrimas corren y corren por mi rostro y no soy capas de detenerlas.

Hace dos horas atrás Justin dijo que le había roto el corazón, ¿Como haces para seguir viendo a la cara a la persona que amas después de enterarte de esto?

Él no se ha ido de mi mente en todos estos meses, en estos dos años en lo único que pienso es en el, en sus besos, en sus caricias, en sus mensajes, en sus abrazos, en su voz, si hermosa voz de ángel.

Recuerdo como me cantaba cada noche para que yo pudiera dormir, cada medianoche entraba en mi habitación y comenzaba a cantar, cantaba y cantaba, hasta que me quedaba dormida.

¿Como hice después de la separación? El no me cantó más y yo ya no dormía.

Me había acostumbrado mucho a él, estuvimos juntos desde los 12 años, hace ya cinco años, de esos cinco años estuvimos juntos por más de tres grandes años.

—¡Clarissa! —gritó mamá desde la cocina—.Te buscan.

—Ya voy —salí corriendo por las más escaleras, tropezando en varios escalones.

Nunca nadie me busca.

Al llegar solo vi a Scott.

—Clari, necesito hablar contigo —sonaba desesperado y ansioso.

—Emm, claro —dudé unos instantes—. Pasa, vamos a arriba.

El camino hacia mi habitación fue en silencio, cerro la puerta al entrar, un gesto algo extraño.

—Sólo necesito saber una cosa —dijo sentándose en mi cama. Asentí en forma de respuesta—. Es sobre Justin.

—Scott yo... —me interrumpió.

—¿Lo sigues queriendo?

—¿En serio me estas preguntando esto?

Esto debe ser una jodida broma.

—Solo dime, el está... —dudó—. esta mal, deprimido, lo he visto así durante dos miseros años, pero creó que esto... —me miró.

—¿Esto que Scott?

—Esto se acabó.

—¿Que dices?

—Creo que el ya se cansó, de esperar, de esperar que tu vuelvas a él —si creía que mi corazón no podía quebrarse más estaba equivocada—. Clary el te ama como no tienes idea, cada día que tu no vienes a casa el anda preguntando por ti, habla todo el tiempo de ti, solo piensa en ti, en como estas, como habrá sido tu día, en si verdaderamente lo sigues amando.

Las lágrimas comenzaron a salir y no me preocupe en ocultarlas.

—¡Claro qué lo amo maldición! —exclame exaltada— No entiendo como siquiera pueden pensar que no lo extraño, que no lo amo, que no siento nada por el. Si no siguiera enamorada de el le hablaría, no lo ignoraría como hago todos los santos días, todo seria mas fácil.

—Exacto todo sería mas fácil, ninguno de los dos estaría sufriendo.

—Quisiera sacarme ese sentimiento por el, pero es que él... lo es todo para mi, pienso en el cada segundo del día, y eso es lo que más...más...

**

Era jueves, hace dos días que no lo he visto.

Entre al salón, era la última clase, y para mi suerte era Psicología.