Prólogo

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En el preciso instante en que la bala se precipitaba hacia Naiyibe, Sigrith se halló ante una encrucijada existencial: el sacrificio de su propia vida en aras de la de su amiga no constituía un acto de mera lealtad, sino el epítome de la amistad más profunda y desinteresada.

Desplegó todas sus energías en una carrera desesperada, pero antes de alcanzar su objetivo, un par de manos la envolvieron con una fuerza descomunal, llevándola al suelo en un torbellino de acontecimientos. Al alzar la cabeza, se encontró con la figura de Darreth, quien, a pesar de las heridas que lo asolaban, había intervenido en su rescate.

"—¡DARRETH! —", exclamó Sigrith con angustia, al observar las lesiones graves que aquejaban al joven, sintiendo un remolino de emociones en su interior por haber interrumpido su noble sacrificio.

Mientras tanto, Naiyibe caía bajo el impacto certero de la bala, a la par que Thian avanzaba con una furia desmedida. La lluvia, implacable, dificultaba la visión, aunque no ocultaba el furor que se reflejaba en el rostro de Thian, ni las lágrimas que se entrelazaban con las gotas que caían del cielo.

"—Maldito bastardo —", vociferaba Thian mientras arremetía contra Darreth, ajeno a su estado.

El transcurrir de los eventos parecía ralentizarse, como si el universo mismo se hubiese detenido para presenciar aquel dramático momento. Sigrith, envuelta en un torbellino de culpa y desesperación, suplicaba a Thian que detuviera su embate, mientras protegía a Darreth con su propio cuerpo y lloraba en silencio.

Finalmente, Thian cesó en su ataque, pero la sangre derramada era testigo mudo de la tragedia que había acontecido.

"—Lo ha matado —", pensó Sigrith, atormentada por la incertidumbre que la embargaba.

"—Por favor, despierta —", rogaba Sigrith, meciendo a Darreth entre sus brazos y depositando besos en su frente, sin percatarse de que aquel momento podía ser el preludio de una tormenta aún más desgarradora. En ese instante, ninguno podía vislumbrar si aquello marcaba el fin de una etapa o el inicio de una nueva, cargada de dolor y desesperanza.

sᴛɪᴅᴇᴛʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora