Lyra Black: la hija del asesino.

X. Dolores Umbridge.

-¡Lyra! - La muchacha reconoció aquella voz en cuanto la oyó, sonrió sin abrir los ojos, sin sentarse bien, y cuando escuchó la puerta del compartimento abrirse simplemente dijo:-Nott, este es Weasley. Weasley, este es Nott. - Presentó, escuchando la risa débil que se escapaba de los labios de Theo.

¿Weasley? George se preguntó cuando había perdido su nombre. Tomó una bocanada de aire al ver la mano del chico acariciar lentamente su frente, al ver la confianza que había entre ellos:

-¿Por qué no vienes con Fred y conmigo allí delante? ... Tenemos comida, - ofreció, extendiendo una mano hacia ella que negó con la cabeza aun sin abrir los ojos.

-Me voy a quedar aquí, - murmuró ella, - luego nos vemos.

Notó los pasos de George alejarse, y entonces abrió un ojo, para encontrarse con la mirada verde y por una vez confusa de Nott.

-Creo que no le ha gustado lo que le has dicho, - rebuscó en sus bolsillos hasta encontrar un viejo recorte de periódico. - Lyra, tengo que hablar contigo. - Dijo entonces en un tono más serio, más formal. Y ella, sin saber si quiera qué le quería decir, se irguió y miró al chico a los ojos. - Encontré esto rebuscando por algunos cajones. Ya sabes como es mi padre, que guarda todo aquello que encuentra, bueno pues tenía guardado este ejemplar de El Profeta, aunque no pude traerlo entero, recorté esto: creo que te interesa. - Dijo al final, poniéndolo con cuidado en las manos de ella, que con el ceño fruncido lo abrió, y en cuanto lo vio todo su aliento escapó de su boca.

"Asesinada la familia McKinnon", rezaba el titular, ella no fue capaz de leer más, pues había visto la foto: todo el mundo tenía razón, era tan igual a su madre como Harry Potter a su padre, tenía la misma forma fina de su cuerpo, el mismo pelo rubio y rizado. Pero lo que más captó su atención fue su mirada, fiera y poderosa, exactamente igual que la suya.

-¿Es ella ? - Preguntó con voz ahogada, y él dirigiendo su mirada hacia la foto, asintió. La había reconocido en cuanto la vio, y no dudó un instante en poder enseñársela a su amiga.

- Fíjate, es del año en que nacimos. - Murmuró, señalando con el dedo a la fecha que estaba sobre la página, ella tragó saliva.Fue la única vez que vio los ojos de su amiga anegados en lágrimas y simuló pasarlo por alto, consciente de que no le gustaría que había visto aquella debilidad. Se fundieron en un abrazo largo, que no terminó hasta que el tren paró en Hogsmeade, en el que ninguno dijeron ni una sola palabra.

-Nott, - ella rompió el silencio, mientras él bajaba una pequeña mochila que llevaba del porta equipajes, - gracias.

Durante la primera semana en el Castillo, George la intentaba interceptar a solas, pero eso era imposible: ella nunca estaba sola, y eso no le gustaba al pelirrojo, que veía como Nott le daba la mano, y se imaginaba como tantas veces Lyra le había contado, como dormían juntos. Le rechinaban los dientes al ver la confianza mutua que se tenían: Lyra y Theo contra el mundo. Para ella, era cierto que aquel no estaba siendo el mejor año de su vida, y que las clases con Umbridge resultaban agobiantes y aburridas. Pero lo cierto era que no veía la necesidad que veía Harry Potter de hacerle resistencia.

-Al fin y al cabo, no seré yo quién participe en esa lucha. - Solía murmurar, mientras con pesadez pasaba la página del libro teórico de Defensa Contra las Artes Oscuras.