Me siento en la esquina de las escaleras de una de las gradas de la pista de atletismo del internado y tapo mi cara con mis manos temblorosas por el frío de febrero.
Sorbo por la nariz y por una vez, dejo que el mechón de pelo que cae sobre mi mejilla mojada por las lágrimas, permanezca en donde ha caído.
Me pregunto que pasaría sino hubiese llegado a este internado en septiembre con Sandra. Todo hubiese sido mucho más fácil, seguiría siendo aquella chica de pelo castaño que salía una noche al mes con su mejor amiga y llevaba en su bolso de mano sus gafas de pasta negra y sus apuntes para el examen del día siguiente, la que sonreía sin motivo alguno, la que pasaba las tardes con su novio, la que planeaba cada momento semanas antes de que pasase y, sobre todo, la chica que nunca se enamoraría de ella.
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SHE
RandomEmily siempre ha sido una chica inteligente, quizás menos de lo que todo el mundo pensaba. Puede que la ingenuidad o que, como se ha dicho muchas veces, el amor es ciego. Esta claro que Emma ha cambiado su vida desde el minuto uno en el que sus mira...