Capitulo Once

1.5K 90 13
                                    

—¿Segura que no te pasa nada? —interrogó Eugenia por tercera vez.

Los temas lentos ya habían pasado, pero Lali aún seguía pensando por qué se había imaginado semejante cosa. Encima con Peter. PETER.

—Estoy segura —sonrió.

—Ok, ¿Vamos a bailar? —la rubia se levantó de su silla y le tomó una mano, animándola.

—Sólo un rato, luego debo irme a mi casa. Ya es tarde.

—No importa —dijo sin interés—, Peter y yo te llevamos.

—Prefiero no molestarlo, gracias igual.

Por estar hablando con Eugenia, no se dio cuenta que Guillermina venía tras ellas. Su cara de malicia y la copa de vino de uva en sus manos ya daban advertencia. Peter se había ido al baño.

Lali se paró en seco al sentir algo extremadamente frío sobre su espalda. Parecía que caía en pequeñas gotitas que manchaban su vestido. La castaña dio su carcajada de victoria mientras Eugenia la miraba muy mal. Los demás invitados comenzaban a murmurar cosas, incluso algunos reían. Una lágrima corrió por su mejilla, pero la limpió rápidamente. La fiesta —para ella— estaba arruinada. No iba a ser el ridícula, simplemente cubrió su rostro con las manos y se fue corriendo.

—¡Estupida! —se quejó Euge. Peter se acercó a ellas.

—¿Qué pasa que la tratas asì? —preguntó este.

—Esta maldita perra, Lanzani, eso pasó. Vertió vino sobre el vestido de Lali y la pobre se fue llorando.

—¿Hiciste eso, enserio?

—¡La acaba de avergonzar frente a todos Peter, date cuenta! —Euge golpeó el piso con su zapato, molesta.

—Sos de lo peor, flaca. —le dijo él a su novia. O ex.

—¿Desde cuándo defendes a la zorra esa, o le crees a esta otra pelotuda? —Guillermina señaló a Euge.

—Euge es mi amiga de toda la vida... Y además, la copa vacía en tus manos y el resto de vino en el piso te delatan. Vas a tener que seguir tu noche sola.

—¿Me estás terminando por esta pavada?

—No es una pavada. Te metiste con las personas que más quiero. —Euge sonrió de una forma satisfactoria y burlona. —Si me disculpas, Euge, voy a hablar con Lali.

Guillermina se perdió entre la gente y no la vieron más en toda la fiesta. La rubia fue a pasar en rato con su otra amiga, Luz, y con el resto de su grupo. Mientras tanto, Peter salía a buscar a la chica de baja estatura. No supo por qué, pero cuando bailaba esos temas con su ex novia, por un momento dejó de verla, para encontrarse con la cara de Lali. Había sido extraño, pero le gustó. Y lo peor es que no sabía por qué.

Volviendo al tema: en la entrada había un cuerpo, sentado sobre un árbol. Peter dio unos pasos y pudo distinguirla, era ella. Se acercó, pensando que tal vez pudiera estar llorando. Ella sintió los pasos y se dio vuelva con una media sonrisa en el rostro.

—Hola, Pitt.

—¿Qué tal?

—Nada —suspiró.

—¿Puedo sentarme con vos? —Lali asintió levemente y dobló sus piernas para sentarse frente a ella— ¿Tenes frío? —preguntó al ver que tenía la piel de gallina y las mejillas coloradas.

—Sí, un poco —respondió, pasando sus manos por los brazos para recuperar el calor.

—¿Por qué estás acá afuera?

Quiero Ser FelizΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα