Broken (Sterek one-shot)

We are broken, but at less we found each other

-N-no lo sabéis... ¡No podéis saberlo! ¡Dejad de intentar entenderlo!-Se agarra de los pelos, empezando a llorar. Scott intenta acercarsele, pero la mano de Lydia le detiene. Le niega con la cabeza. El joven debe desahogarse.- Cr-creeis que soy débil, que no puedo defenderme, que soy inútil...- Su voz se hace cada vez más inaudible, como un susurro que ni siquiera los lobos pueden escuchar. Su tono es lastimero, lleno de dolor y angustia, causando que el pecho de su amigo se contraiga con remordimiento. No sabe si podrá soportarlo más, puede que solo coja una hoja de afeitar o algo y acabe con su sufrimiento. Seguro que nadie le hecharía de menos. Alza su mirada llena de lágrimas y mira a los presentes, los cuales le devuelven la mirada con lástima y culpa. Hasta Derek, Derek Gruñón Hale, el ser que más le odia en este mundo, y el cual estaría muchísimo mejor sin el, le mira con tristeza. Sus ojos vuelven a aguarse, ríos salados cayendo por sus mejillas llenas de lunares. Ya no sabe que hacer, las palabras se le atoran en la garganta, intentando salir todas a la vez, intentando decir todo lo que siente.- C-Cuando mi madre murió, me sentí vacío. Como si un trozo de mi ser se hubiera ido con ella. Se que eso algunos lo podéis entender.- Mira al pelinegro, el cual esta observándole con los ojos abiertos. Claro que él sabe lo que es perder familia. Él a perdido toda la que tenía.-Pero, cuando mi padre bajo el efecto del acónito me dijo que yo había sido el causante de su muerte, que solo le causaba problemas, que le causaría la muerte a él... Me dolió. Me dolió más de lo que podéis imaginar. También recuerdo todo lo que hice cuando estaba bajo la influencia del nogitsune. Yo mate, por el amor de Dios ¡asesine a Allison y a Aiden! No me digáis que no fue mi culpa, se que fue totalmente mía. Debí ser fuerte, luchar contra él, pero no lo conseguí. Después vino Donovan. ¡Ese si que no lo maté! ¡Todos pensáis que fui yo porque Theo os lo dijo! ¡Tu, mi mejor amigo, mi hermano, no me creyó!- Levantó su dedo, señalando al que era su mejor amigo, aunque ya no estaba tan seguro de lo que era para él.- te dije que el era malo, que escondía algo, pero no me hiciste caso. ¡Nadie hace caso al hiperactivo y estúpido adolescente humano de la manada!- una risa seca y amarga salio de su garganta, haciendo estremecer a los presentes. No sabían que le estaban haciendo tanto daño.- y por si fuera poco presencie la muerte de una kimera a la cual ¡Theo! Le arranco la garganta. Alguna alucinación más, si, porque ustedes diréis que son alucinaciones, sobre como mi madre me decía que yo intentaba matarla. Que la miraba con ganas de asesinarla.- Cogió aire, intentando olvidar las ganas que tenia de encerrarse en una habitación y no salir hasta que muriera de la forma más violenta que encontrará y con la voz temblorosa murmuró.- N-no, no lo entendéis. Nunca entendéis como se siente el débil e inservible humano.
El loft se quedo en silencio por lo que parecieron años, solo el sonido de los sollozos del adolescente en el aire. Derek abrió las palmas de su mano, encontrándoselas llenas de sangre. Había escuchado todo, las ganas de abrazar al chico se acentuaban con cada palabra que su boca expulsaba. El había vivido algo parecido, pero había tenido más tiempo para asimilarlo. Se alejo de todo y de todos y se volvió un lobo amargado, como el de ojos marrones le llamaba en broma. Sin embargo Stiles seguía intentando ser el mismo, gastar sus bromas tan malas y ser leal a sus amigos. No perdía la sonrisa, y siempre ponía sus problemas detrás de los de otros. Y siempre decía que estaba bien, cuando en realidad estaba tan roto. Tan roto como él o incluso más.
Se olvido de las miradas que le dieron todos y se acerco al cuerpo que temblaba en medio de la sala. Acarició su mejilla sintiendo como el otro se relajaba al instante y apoyo la cabeza del muchacho en su pecho. Lo abrazó, lo sujeto fuerte mientras le susurraba que todo estaba bien. Que no se preocupara, que él estaba allí para protegerlo.
Al fin habían encontrado personas que estuvieran igual de rotas que ellos.