Crazy Stupid Love (Niall Horan y tu) TERMINADA

80 parte II

¿Podía todo esto empeorar más? ¡Claro que no! Tire el móvil contra la pared y me hice un ovillo en el suelo. Comencé a llorar y a maldecir. ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? No logro entender porque todo cambio tan de repente. No podía ser peor, nada podría empeorar más esto...

                                [...]

Después de pasar toda la noche durmiendo en el suelo, lloriqueando y sin apenas pegar ojo. Una voz me despertó cuando por fin acababa de coger el sueño.

-_____, ¿que haces en el suelo?-preguntó ¿Zac?

Yo me levante poco a poco, me dolía el cuello y la cabeza un montón. Desgraciadamente tenía enfrente un espejo y pude ver lo horrible que me veía. Tenía ojeras, rimel corrido, el pelo hecho un asco y no parecía yo.

-¿Qué haces aquí?-le pregunte mientras me ayudaba a ponerme de pie.

-Nada, venía a buscarte para llevarte al estudio.-dijo haciendo una mueca nerviosa.

-Eso es raro.-le dije caminando hacia la cocina.

-Venga, bañate, vistete y no te desayunes, de eso ya me encargo yo. Pero date prisa.-dijo con cierto nerviosismo en la voz que intentaba ocultar.

Corri escaleras arriba y entre a bañarme. Nunca había agradecido tanto una ducha como hoy. Tenía que tranquilizarme, no podía ser una nena y llorar por todas las esquinas como un bebé. Tenía que ser fuerte e intentar que esto se solucionara, tenía que ser paciente. Sí, eso es, basta de llorar. Iré a Londrés para hablar con él, el amor que siento por Niall merece eso y más. Decidido, mañana mismo me voy a Londrés.

Salí de la ducha y me vestí rápidamente. Zac estaba esperando sentado en la cama, hablando por el móvil. Cuando me vio escondió el teléfono y se levantó.

-¡¿Vamos?!-grito. No entiendo porqué.

-Si... Claro.-dije mirándole raro.

-No lleves el móvil, no te hace falta.-dijo.

-Pero... ¿Por qué? Estas raro.-dije frunciendo el ceño.

-Dejalo y hazme caso.-me replicó, y le hice caso.

Bajamos y salimos a la calle, donde estaba el coche de Zac. La calle estaba llena de fotógrafos y prensa, no entendí porqué. Zac me cogió la mano y me hizo caminar entre la multitud de preguntas que no entendía. Nos subimos al coche de Zac y muchos flashes me cegaron por la ventana del copiloto. Zac rápidamente salió de allí, con algo de imprudencia, podría haber atropellado a alguien. Zac no me dejó poner la radio, raro porque le encantaba la música. Aunque yo iba metida en mis pensamientos, no quería que por casualidad sonara One Direction y me pusiera a llorar de nuevo. Llegamos al estudio, donde habían un montón de periodistas.

-Vamos a tu camerino, pedí que te llevaran el desayuno allí.-dijo saliendo del coche rápido.

Me abrio la puerta y volvió a arrastrarme entre todo el montón hasta la entrada en la que los guardias prohibían el paso a los periodistas. Cuando ya estábamos dentro, me soltó la mano y comenzó a caminar hacia el camerino.

-¡Zac!-exclame.

-¿Qué?-dijo mirando alrededor nervioso.

-¿Qué te sucede? Estas muy extraño.

-¿Por qué lo dices?-dijo frunciendo el ceño.

-Primero, tu no te levantas tan temprano y menos para venir a buscarme. Segundo, no hemos escuchado música, raro en ti. Y por último, no me dejas ni respirar.-dije enfadada.