La mañana acababa de empezar y yo ya estaba nervioso. Dicen que el primer día de instituto siempre es el mejor. Pero a mí ese día me aterraba.
Cada año cambiaban a los profesores, y siempre entraba toda clase de gente extraña a la que uno tiene pavor.
De camino al instituto cogí mis auriculares, encendí el MP4 y escogí la primera canción de una lista desconocida.
Cuando llegue nada había cambiado: mis antiguos y "nuevos compañeros" las mismas clases y mi grupo de amigos esperando en una esquina del patio donde siempre pasábamos las tardes.
Habían pasado unas semanas desde la última vez que nos vimos. Phoe estaba igual de alta y Sam estaba más delgado desde que los dos nos apuntamos al Gym y a la piscina para pasar los largos días de verano en el que no teníamos nada mejor que hacer.
Solo había un fallo.
-¡¡Marcos, Marcos!!-
-Hola Phoe, ¿cuántos cafés te has tomado? - le dije mientras ella ponía una cara exageradamente desorbitada.
-Esta es Eimy- dijo Sam señalando a una chica que había a su izquierda
-Es una amiga de mi antiguo colegio. Sus padres se han mudado aquí y solo me conoce a mi- Y ella me saludo tímidamente mientras nuestras miradas se cruzaron
Su ropa destacaba bastante. Una camiseta de manga corta de color oscuro y otra camiseta de tirantes bastante más corta de un color fosforito.
Tenía aire a Sam. El mismo color de cara, ojos oscuros y un tono de pelo muy parecido, aunque Sam lo llevaba bastante más corto.
Entonces sonó el timbre y todo el mundo fue a sus respectivas clases a empezar un nuevo curso.
