—Lo vimos todo, incluso nuestros cuerpos en el suelo, y a ti hablando con él, pero tú no nos veías, fue extraño enterarse de que todo fue una mentira de esa forma, ya sabes, todos estaban en plan de "Que mierda esta sucediendo". Fue muy extraño, luego de que se despidiera de ti te desvaneciste y él apareció frente a nosotros y estábamos muy aturdidos, pero tuvo una charla o algo así con todos, no puedo decir que hablamos pero ya esta todo bien, tú no debes preocuparte por nada, ahora puedes tener una vida normal, siempre y cuando no mates a nadie.

Entonces dejo de susurrarme y me miro, si tuviera corazón probablemente estaría muy acelerado, pero no hay tal cosa.

 —¿Entonces ya esta? ¿soy libre? —pregunte nerviosa.

 —Si, lo eres.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

—Mañana comienzan tus clases, debes hacer el poema que le debes al profesor —dijo alejándose de mi y parándose.

 —No hay tal poema, te mentí —mentí sonriendo mientras me levantaba.

 —Eso es tan ingenioso, y te creería si tan solo no hubiera llamado tu profesor esta mañana. Anda ponte a trabajar.

Maldije en voz baja.

 —¿Quién dijo que te voy a hacer caso?

 —Vamos ambos sabemos que quieres dejarlo con la boca abierta a todos.

 —Y ambos sabemos que no sé escribir poemas.

Él se quedo pensando.

 —Tienes razón, entonces reprueba, debo irme, mañana hay una pelea, aunque no estoy muy de acuerdo con que vayas a pelear luego de todo lo que paso, pero me dijeron que te avisara —respondió mientras cruzaba la puerta.

 —¡Hey espera! —corrí para alcanzarlo.

Cruce la puerta y cuando estaba por dar un paso más choque con él.

 —¡Auch! 

Él rió.

 —¿Qué pasa?

 —¿Y Tais? —pregunte.

 —¿Qué con ella?

 —¿Como esta su relación?

Él sonrió.

 —Quedamos como amigos, ponte a hacer tú tarea.

 —No molestes, voy a seguir durmiendo.

 —Te llevare a ese lugar de comida rápida que te gusta si la haces —dijo mientras elevaba ambas cejas.

—Tú ganas.

—Yo siempre gano —contesto para luego salir corriendo.

—Eres un...—suspire.

Entre a mi nueva habitación y agarre un cuaderno y lapicera, él era mi única salvación.

Pensé en Sam, cerré los ojos y cuando los volví a abrir me encontraba en una habitación.

Frente a mÍ estaba Sam, se encontraba cantando o más bien ladrando o tal vez maullando o bueno, creo que ya se entendió. 

Puede que estuviera cantando pésimo, pero debo admitir que el demonio lo hacÍa con pasión.

 —Hey, Sam —salude apoyando una mano en su hombro.

Como acto reflejo sujeto mi brazo y antes de que él pudiera hacerme algo le quite los auriculares y grite.

—NO SEAS IMBÉCIL

Lo oí maldecir.

 —Sabía que estabas ahí desde que apareciste, hueles bien.

—¿Me ayudas con un poema?—ignore su comentario.

—No entiendo algo, quieres ser normal pero no eres capaz de venir caminando hasta aquí, tocar la puerta y esperar a que te abra.

—No sabía que vivías en un lugar así, lo siento.

—¿Estas bromeando? ¿donde creíste que vivía? ¿en una cueva?

—Estaba la posibilidad, no me mires así.

—Bien, ¿qué quieres?

—Ya te dije, que me ayudes con un poema.

—¿Por qué no lo haces tú?

—Porque yo no lo sé hacer, si supiera jamás te pediría ayuda.

—¿Quién dice que yo si sé?

—Deja de hacerte el difícil, yo sé que sabes.

Sam puso los ojos en blanco.

—Dame, inútil —dijo tendiendo la mano.

Levanté una de mis cejas y lo mire.

 —Dame el cuaderno linda.

Puse los ojos en blanco y se lo di.

—¿De que quieres que trate?, yo no pienso hacer todo el trabajo.

Suspire, este iba a ser un largo día.

Terminamos a eso de las 9 de la noche.

Mi celular había estado sonando toda la tarde, pero Sam no me había dejado atender.

Tenía 27 llamadas perdidas de Cody. 

Golpeé a Sam.

—¿Porque fue eso?

—Ahora me va a querer matar por tu culpa.

—No es mi culpa que le importes tanto.

—¿De que hablas?

Sam se quedo callado.

—¿Sam? —lo mire.

—Porque eres su mejor amiga, o sea, le importas a todos no solo a el, eres como nuestra hermana pequeña, ya sabes —dijo nervioso.

Mire el suelo y en dos segundos me encontraba sentada en mi habitación.

Baje corriendo las escaleras y busque a Cody, pero solo había una nota.

"Quise avisarte pero no atendiste, me fui con Tais, vuelvo mañana, suerte en con tu poema. Te quiero Lina."

Rompí la nota y la tire al tacho de la basura.

Luego fui corriendo a mi cuarto y me lance hacia la cama. Debería dormir, mañana sería un largo día.





N/A
Se supone que el capítulo lo iba a subir el viernes pero vi que no muchos abran entendido (se lo hice leer a un amigo y entendió cualquiera así que mejor decidí subirlo)
Estoy en clase de historia y con mal wifi, por lo que no se si va a subir.
Yizuz pliz.
Espero que les haya gustado.
XX :))











Ahora es mi turno.Where stories live. Discover now