Joder, tus labios son deliciosos. Habló el último en besarme, y reí nerviosamente.

Si así son los labios imagina el resto, hermano. Se dedicaron miradas cómplices y en un dos por tres mi camiseta había volado lejos de mi figura. Pretendí ocultar mi torso gracias a la incomodidad, pero ambos atraparon mis brazos con rapidez y de la misma forma fui acorralado contra la pared con los brazos encima de mi cabeza.

Mi cuello se vio atacado por los besos de ambos hasta convertirse en sutiles mordidas y luego succionaron la piel, originando más de un chupetón en mi cuello, comenzaba a jadear un poco.

Después de marcarme con ellos repetidas veces, hicieron un camino de besos hacia mi pecho, donde se concentraron en los pezones; paseaban su lengua sin vergüenza alguna sobre ellos mientras yo maldecía por lo bajo y un bulto se formaba entre mi pantalón.

Gemí cuando aquellos botones se encontraban apresados alrededor de sus dentaduras, y halaban de ellos, mis piernas empezaron a flaquear por el contacto, era mucho para mí al nunca haber experimentando algo así antes. Sus besos continuaron hacia mi abdomen, marcándome un tanto más.

« Narrador omnisciente. »

Al paso de unos minutos ChanHee se encontraba sin un pantalón que presionase su notoria erección, los gemelos se encargaban de plantar visibles y rojizas marcas de propiedad a lo largo de aquel cuerpo, el cual estaba a la merced de los dos. ChanHee se retorcía ante los toques, y suaves jadeos brotaron de sus labios gracias a la mano que acarició por un segundo su bulto. Necesitaba de atención en la zona.

Byung Hun deslizó la única prenda que no permitía la total desnudez del castaño, dejándola lejos para admirar el erecto miembro del "nerd". Con la vista que recibían los gemelos, hasta aquellos pantalones holgados torturaban sus erecciones; el peliazul tomó la iniciativa esta vez y regaló diversos masajes en el falo del chico, provocando gemidos en el mismo.

Aquél apartó a su hermano del camino, abrazando la cintura de ChanHee para agacharse despacio y recostarlo en el suelo, ubicándose encima del mismo. Byung Hun empujó al gemelo y tuvieron una breve discusión entre miradas.

¿Quién lo probará primero? Se preguntaron ambos, y no tuvieron mejor idea que jugar piedra, papel o tijera ante la incrédula mirada de ChanHee, ¿cómo podían jugar a eso en un momento así? A la final ganó Byung Hun con un sonido de triunfo y una mueca de molestia del otro.

En el preciso instante en el que a ChanHee se le ocurrió abrir la boca para hablar, el otro chico empuñó su miembro y sin vacilar lo engulló, arrancando un sonoro gemido de aquellos labios.

La experta lengua del pelinegro recorría cada vena con gusto y succionaba el glande como si su vida dependiese de ello, mientras que la persona que recibía la magnífica atención se retorcía, clavando las uñas en el suelo de madera para rasguñarlo. El menor de los gemelos liberó su propio pene, tocándose un poco para disminuir el dolor al tiempo que disfrutaba de cada gesto y sonido de placer de aquel castaño.

¿Eres virgen, ChanHee? Con un "pop" despegó sus labios del falo, y al recibir una respuesta afirmativa como suponía, una sonrisa maliciosa adornó el rostro de aquel gemelo, después de todo sería la primera vez del nerd. Tomó del líquido preseminal del susodicho, humectando sus dedos para acariciar la rosada entrada con uno de ellos y llenar de sonoros besos el rostro adverso para tranquilizarlo, el chico se veía tan frágil que no controlaba sus impulsos sobreproctores.

Tan pronto notó más relajado al chico, Byung Hun insertó con cuidado su dedo corazón en la cálida cavidad, ganándose un chillido por parte del adverso y después un segundo dígito se adentró mientras besaba los dulces labios, creando un ligero vaivén. Al otro chico no le quedaba más que masturbarse con la excitante imagen.

Luego de tres dedos y el permiso de ChanHee, Byung Hun reemplazó sus dedos por su glande, adentrándose de a poco mientras gruñía por el calor que lo envolvía. ChanHee liberó gruesas lágrimas provocadas por el dolor y el pelinegro se encargó de borrarlas de su rostro, besando las mismas con la delicadeza del mundo; juntó sus labios en un húmedo beso y aprovechando la distracción, hundió lo que faltaba de su hombría en la ajustada cavidad.

Las paredes de ésta lo recibían apretándose a su alrededor, sintiendo el más grande de los placeres, pero obligándose a retenerse no se movió ni un centímetro más hasta escuchar cómo el castaño le ordenaba el moverse.

Comenzó a embestirlo lentamente, con temor a romperlo, así hasta que perdió su autocontrol y cada estocada era más rápida como profunda, encontrándose con el punto mágico del nerd unas cuantas veces. ChanHee arqueaba su espalda, haciendo resonar sus gemidos por todo el lugar, ahora encajando las uñas sobre la piel de los hombros de Byung Hun para deslizarlas sobre ellos.

De la nada, éste cambió la posición, colocando a su contrario en cuatro para continuar penetrándolo y llamar a su hermano gemelo. El mismo que comprendió enseguida y no pensó, aproximándose hacia ChanHee, colocándole su miembro en frente de la boca.

El castaño cegado del placer, se las ingenió para tomar el trozo de carne y utilizar la punta de su lengua para recorrer la extensión, sin dejar lugar por donde no haya pasado; juntó todo el valor posible e introdujo el glande en su boca, teniendo cuidado ya que podría ahogarse con tanto movimiento.

Byung Hun besaba cuando podía la espalda del chico y marcaba sus dedos en la pequeña cintura de ChanHee, transformándose en alguien más brusco cada vez, el cuerpo de aquel chico era la gloria y no poseía el control sobre sí mismo.

ChanHee, en un grito de placer, fue el primero en correrse de los tres ya que tanta estimulación en su próstata como las caricias en su miembro no lo dejaban soportar más, al contraer sus paredes Byung Hun gruñó audiblemente y liberó su semen dentro de él y seguido Kyung Hun se corrió dentro de la boca de aquel castaño, obligándolo a tragarse hasta la última gota aunque se hubiese atragantado.

Mi turno. Dijo Kyung Hun, sólo esperando a que su hermano saliese del chico. Se llevó al cansado nerd consigo, cargándolo para irse a sentar en el sofá y dejar al otro encima de sí. ChanHee se introdujo al sexo del gemelo dentro de sí, y después de un minuto sin moverse, comenzó a saltar sobre las piernas del peliazul, impulsándose por los hombros del mismo, haciéndole los mismos rasguños que a su par.

Gemía sin control, el miembro de aquél llegaba muy profundo en esa posición y claro que lo disfrutaba, causando que saltase cada vez más rápido; el gemelo menor se deleitaba con la vista y de vez en cuando repartía besos por su sudoroso torso.

Después de más saltos, gemidos y jadeos Kyung Hun recostó al dientón en el mueble, apoyando los talones del mismo en sus hombros y así moverse sin compasión alguna, lo penetraba con tal fuerza que el sofá se movía de su lugar. Ahora era el turno de Byung Hun de masturbarse, y así lo hacía, acariciándose con violencia.

Otra vez el castaño llegó primero que todos, esta vez manchando su abdomen con su semilla, Kyung Hun llenó de su esencia la estrecha cavidad, y Byung Hun se terminó por masturbar frente al rostro de ChanHee, manchando parte del mismo con semen. Una imagen que excitaría a cualquiera según el punto de vista de los gemelos. ChanHee sólo pensaba que si eso era una venganza, a partir de ahora amaría las venganzas.

Ése fue el inicio de innumerables encuentros cariñosos.

Twins. {Chunjoe, +18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora