ChanHee, ellos son los hijos de los empresarios más famosos del país, ¿y no los conoces? No comprendía cómo se suponía que eran extranjeros, pero ignoré aquel hecho.

¿Qué? ¿Y a qué vinieron a esta ciudad o mejor dicho, pueblo? Se encogieron de hombros y yo sólo me quedé con la duda. Hablamos un poco más y nos tocó ir a nuestras respectivas clases, como de costumbre, me senté al frente para prestar más atención.

Sólo que esta vez murmullos se escucharon en el salón. « ¿Viste lo guapos que son? » « Escuché que hacen las mejores fiestas » Y mi atención se desviaba hacia ellos, gracias a Dios la profesora no comenzaba con la clase. Al final de la clase me había enterado de varias cosas.

Uno. Realmente no eran extranjeros como había dicho Chang Hyun, sólo vivieron en Estados Unidos por un tiempo.

Dos. Tenían mi misma edad.

Tres. Son bisexuales. Más oportunidad para mí Quisiera

Cuatro. Todas las prostitutas de aquí los deseaban y no las culpaba esta vez.

Y nada más, con eso salí a la cafetería, pero en la entrada de ésta me encontré con el par de esta mañana a cada lado del borde de la puerta, protegí contra mi pecho el libro que había tomado de mi bolso para leer mientras comía, ya que suponía que lo tirarían como cualquier bravucón de segunda.

Al estar a un paso para entrar a la cafetería, con una extraordinaria coordinación de gemelos, ambos azotaron mi trasero con sus manos y chillé, ruborizándome un poco.

Por sobre mi hombro logré observar cómo chocaron los cinco, pero sólo pasé de largo y los ignoré, no les daría el gusto de verme molesto por algo así; busqué con la mirada a mis amigos y sentándome con ellos, abrí el libro sobre la mesa, robándole un poco de comida a Sifaka.

Compra tu propia comida... Dientón. Enarqué una ceja ante el insultante sobrenombre de Chang Hyun y éste alzó sus manos, rindiéndose. Sí, era un nerd, pero sabía cómo defenderme cuando quería.

¿Qué fue eso de allí, picarón? Esta vez habló Daniel, supongo que refiriéndose al "agradable" encuentro con los gemelos.

No lo sé, supongo que seré la víctima por ser el nerd, ya sabes, como sucede todos los años. Me encogí de hombros, concentrándome en mi libro aunque después de un pequeño rato de silencio alcé la mirada, estos dos acostumbraban a hablar como cotorras.

Ambos miraban detrás de mí, y por consecuente también miré hacia atrás, volteándome y encontrándome con dos torsos hasta subir la mirada y descubrir que eran los benditos gemelos, ya sabía yo que terminaría siendo la víctima, debía cambiar de aspecto de una buena vez y no ser un imán de bravucones. Pero joder que eran calientes.

¿Qué buscan aquí? Cuestioné con brusquedad, no necesitaba de problemas ahora.

Un lugar donde sentarnos, lindo. Habló Byung Hun, pero arrugué la nariz y el otro haló de ella.

Entonces pierden el tiempo, ¿no que son famosos o lo que sea? Sentí las miradas de todos clavadas en mi nuca, el nerd retando a los gemelos, qué espectáculo ha de ser. Ellos rieron, y sin decir más se fueron a otra mesa, la misma en la que se encontraban los supuestos populares o es lo que parecía con sus cosas de marca y actitudes inmaduras.

Dientón, ¿te has vuelto loco? Cuestionaron al unísono mis dos amigos, y me encogí de hombros, odiaba que me molestaran mientras leía, claro, estas dos cotorras tenían su excepción, a ellos sí se los permitía.

Twins. {Chunjoe, +18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora