Complices

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Hoy era el día de colcer a Madrid. Habían pasado dos días desdd que me acordé de mis chicos. Ese mismo días me llegó un wasa de Blas;

*Flashback*

Blasín

Hola feaaaaa -icono de la flamenca-

Yo

Holaaa -icono de la cara feliz-
¿Cómo estás mis chicas?

Blasín

Las estamos cuidando muy bien, no te preocupes

Yo

Eso espero. ¿Y vosotros como estais? ¿Y tú?

Blasín

La pregunta es como estás tú...

Yo

Bien Blas, poco a poco ya sabes..

Blasín

¿No te....?

Yo

No..puf -mentí, mi plan estaba saliendo genial-

Estuvimos hablando un rato más, contandome como iban y habían ido sus días desde que yo me fui. Me contó que Dani seguía algo triste, cabizbajo, que tenía mil ganas dd verme pero no quería agobiarme en cuanto a hablarme por wasa o llamarme..Un mensaje me sacó de mis pensamientos ¿Dani? Hablando del Rey de Roma, pensé.

Rubio

Me encantó la nota que me dejastes. ¿Cuándo viene..?

Yo

Hola feoooooo.
Muy pronto, ¿Cómo estais sin mí?

Rubio

Muy bien sin ti..- icono de la lengua-

Yo

¿A sí? Pues ya tardo más en subir -icono de enfadada-

Rubio

Noooooo, es broma tonta. ¿Sigue en pie nuestro desayuno?

Yo

Por supuesto. Bueno rubiales, me reclama mis papis para salir. Besos para todos. Cuidame a las chicas.

Rubio

Te espero con ansia, te echo de menos. Paso genial, tranquila. Besos.

Ese "te echo de menos" me revolvió el estómago como si ya lo hubiese vivido. Me entraron unas ganas atroz de decirle que dentro de un par de días iria para ya, pero era una sorpresa. Seguro que necesitariamos una mañana entera para que me contase todo lo que habia vivido él conmigo y su punto de vista. Que me acordase de ellos no significaba que me acordase de lo que habia realmente entre Dani y yo.

Me llevaban mis padres rumbo a la estación, iba con unos shorts morados, camiseta blanca de media manga y unas sandalias. Eran las 6h de la mañaba, tenía cita hoy con el médico allí en Madrid a las 13:00h, asiqur llegaría con el tiempo justo para soltar las naletas en el hotel e ir al médico. Por lo que me habia comentado Blas estaban casi todos los días en su casa o en la de Álvaro porque eran las más grandes. En cuando llegue y me instale tendremos que buscar un hogar.

Me despedí de mis padres llorando, me daba pena tener que despedirme de los pilares fundamentales de mi vida. Nunca me han gustado las despedidas. Solté las maletas, me dispuse a sentarme y ponerme lod auriculares escuchando "Saturday I'm In Love" siempre me alegra en los momentos de bajón. En ese momebto noté como alguien tiraba de mi auricular derecho. ¿El chico del taxi? ¿Enserio? me eché a reir.

- Hola bonita -se acercó a darme dos besos-, ¿Te acuerdas de mí?

Como para no acordarme, pensé. ¡Venga Lucía respondele si ni va a pensar que estás empanada o eres tonta!, decía mi subconsciente.

- ¡Claro! ¡El taxista! -dije entusiasmada-

- No me llamastes... ,¿Puedo? -hizo ademán a sentarse mi lado-

- ¡Claro! Lo siento, he estado bastante liada y ya me ves volviendo a Madrid. ¿Y tú, que haces aquí?

- Ya sabes que soy taxista, también actor pero mi tío ha montado un bar en Madrid y me necesita. ¿Tú?

- Wow, estás bastante solicitado -sonreí-, Yo voy a la Uni para estudiar fotografia, -contesté-.

Durante todo el trayecto estuvimos hablando de varios temas. Me pidió mi teléfono y ¿por qué, no? Me invitó a ir al bar de Madrid pero me negué creo que no era el momento, le prometí que iria. Llegamos a nuestro destino y cada uno fue por su lado.

Llegué justo para entrar a la consulta. Me recibió con una alegría muy peculiar. ¿No os pasa que alguien de vuestro entorno está alegre y os transmite esa felicidad? Pues ami sí. Me comentó que habia ido evolucionando con creces, poco a poco iria acordandome de todo según me contaran o pasaran las semanas. Le estreché la mano y me despedí. Dirección: mi hotel.

Marta era la única que sabia que iba hoy a Madrid, era mi complice. Cogí el teléfono y la llamé.

Descolgó:

- Dime nena

- Estoy ya en el hotel. ¿Dónde estás tú?

- En casa de Blas, nadie te espera.

- ¡Mejor! -exclamé-

- Vente ya, toma nota que te paso la dirección.

- Voy para ya, te adoro.

- Y yo mi niña.

Destino: Casa de mi chiqui. ¡Cuántas ganas tenía de verles!

Twitter (Dani Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora